La Administración Federal de Aviación (FAA) y la National Transportation Safety Board (NTSB) de los Estados Unidos han iniciado una investigación sobre un incidente alarmante de un Boeing 737 MAX 8 de la aerolínea norteamericana Southwest Airlines ocurrido el pasado 25 de mayo cuando volaba de Phenix a Oakland a casi 10.000 metros de altura con 175 pasajeros y seis tripulantes a bordo, según anunciaron ambos organismos reguladores la pasada semana.
En una notificación de la FAA emitida el pasado miércoles, la FAA describe que un Boeing 737 registró un accidente en el que no hubo lesiones personales, pero sí daños materiales, “La aeronave experimentó un ‘dutch roll’, recuperó el control y la inspección posterior al vuelo reveló daños en la unidad de control de energía de reserva (PCU), Oakland, California”, señaló la FAA. Al parecer, la tripulación logró recuperar el control del avión y aterrizar de forma segura, aunque con los daños materiales citados.
Conforme a la FAA, el ‘dutch roll’, o balanceo holandés,se produce cuando «una oscilación lateral y una oscilación direccional coinciden simultáneamente». Según la agencia, aunque el dutch roll es “dinámicamente estable, no es seguro en un avión de pasajeros debido a su naturaleza oscilatoria”.
El fenómeno ‘dutch roll’, según los expertos, es bastante raro en la aviación comercial. Puede estresar el fuselaje del avión y provocar hasta la rotura de la aeronave en vuelo.
Southwest Airlines ha manifestado su disposición a colaborar con la FAA y la NTSB en la investigación. La Junta Nacional de Seguridad en los Transportes anuncia un informe preliminar para dentro de 30 días.