La Agencia Espacial Europea (ESA) está preparando la misión Draco (Objeto Contenedor para la Evaluación de Reentrada Destructiva), que recopilará mediciones únicas durante una reentrada real y la ruptura de un satélite desde el interior. Apenas unas horas después de su lanzamiento, previsto para 2027, una cápsula especialmente diseñada para sobrevivir a la destrucción del satélite transmitirá la telemetría recogida poco después.
“A lo largo de los casi 70 años de vuelos espaciales, alrededor de 10.000 satélites y cuerpos de cohetes intactos han reentrado en la atmósfera, y muchos más lo seguirán haciendo. Sin embargo, para un evento tan omnipresente, todavía carecemos de una visión clara de lo que realmente le sucede a un satélite durante sus ardientes últimos momentos”, señala la ESA.
Como parte del enfoque Cero Desechos de la ESA, las nuevas misiones de la agencia se diseñarán para operaciones y eliminación seguras a fin de detener la creación de nuevos desechos para 2030. Los nuevos satélites deben estar «diseñados para la desaparición»: construidos para desintegrarse de manera segura, limpia y completa cuando finalice su misión.
Al mismo tiempo, también necesitamos comprender mejor el efecto de las reentradas de satélites en la atmósfera. Sin embargo, incluso con pruebas en tierra, falta información crucial basada en datos reales sobre cómo funciona el proceso de ruptura, por ahora.
Los datos de la misión Draco de la ESA mejorarán el modelado de reentrada y las tecnologías de diseño para la desaparición, manteniendo el liderazgo europeo en vuelos espaciales sostenibles.











