La ESA prepara el lanzamiento del satélite Earth Explorer Biomass construido por Airbus para el próximo martes, 29 de abril. Está diseñado para proporcionar información crucial sobre el estado de los bosques y cómo están cambiando, y para ampliar el conocimiento del papel que desempeñan los bosques en el ciclo del carbono. La misión Biomass será lanzada desde el puerto aeroespacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa, a bordo de un cohete Vega-C.
Con su lanzamiento, esta misión busca cubrir la brecha en el conocimiento sobre el ciclo del carbono proporcionando datos precisos y detallados sobre la biomasa forestal (el peso seco de la materia leñosa del árbol) y la altura del bosque, lo que contribuye a nuestra comprensión del cambio climático.
Los bosques, que cubren casi el 30% de la superficie terrestre, son uno de los recursos más valiosos del planeta. Ayudan a regular los ecosistemas, protegen la biodiversidad y son un componente fundamental del ciclo global del carbono. Los bosques en crecimiento absorben aproximadamente un tercio del CO2 liberado anualmente por la quema de combustibles fósiles, actuando como sumideros naturales de carbono y frenando el calentamiento global.
El satélite Biomass cartografiará con precisión la biomasa aérea (AGB) en extensas áreas utilizando un radar de apertura sintética (SAR). La singularidad de este SAR reside en su funcionamiento en la banda P, una novedad en su uso espacial. El reflector de malla metálica de 12 metros de ancho es proporcionado por L3Harris.
A diferencia de las bandas X, C y L, comúnmente utilizadas, la longitud de onda de 70 centímetros la banda P ofrece claras ventajas. Su mayor longitud de onda mejora la capacidad de la señal SAR para penetrar la cubierta vegetal hasta el suelo. Una onda electromagnética solo interactúa con objetos de aproximadamente el mismo tamaño que su longitud de onda. Por lo tanto, con la banda P, el SAR puede detectar todos los objetos de 70 centímetros o más, pero no los más pequeños, como las hojas. Por lo tanto, las ondas de biomasa pasarán “a través” del follaje, interactuando con los componentes leñosos más grandes, incluidos el tronco y las ramas, lo que permitirá realizar mediciones precisas de la altura, la estructura y la densidad de los árboles, incluso en bosques densos.