En un esfuerzo por elevar la protección y capacidad operativa de su flota de aviones de transporte militar C295 (T.21), el Ala 35 del Ejército del Aire y del Espacio ha decidido renovar los sistemas de alerta radar y control de la suite de autoprotección de estas aeronaves. La responsable de proporcionar estos equipos de vanguardia es la empresa española Indra, una de las principales referentes en tecnología de defensa.
El C295, conocido como uno de los aviones de transporte táctico medio más versátiles y robustos del mundo, juega un papel crucial en el desplazamiento rápido de tropas y material a cualquier parte del planeta. Además, complementa perfectamente las capacidades de las aeronaves de transporte pesado como el A400M.
Sin embargo, la verdadera eficacia de un avión como el C295 en zonas de conflicto depende en gran medida del equipamiento de defensa electrónica con el que cuente. Es fundamental que estos sistemas estén siempre un paso adelante de los sistemas de vigilancia y armamento que puedan utilizar los adversarios.
Es en este contexto que el Ejército del Aire y del Espacio ha confiado en Indra para reemplazar la solución actual por el sistema ALR-400, una tecnología más avanzada y moderna desarrollada por la compañía. Es importante destacar que este mismo sistema ya se encuentra operativo en más de medio millar de aeronaves de 15 países, y en el caso del C295, se ha convertido en el estándar de referencia a nivel internacional, siendo elegido por ocho usuarios de esta plataforma.
El sistema ALR-400 ha demostrado su excelente capacidad de respuesta en misiones reales, lo que ha contribuido a fortalecer la posición de Indra en un segmento tecnológico crítico para la defensa tanto de Europa como de sus aliados. Este reconocimiento refuerza el liderazgo de la compañía en el desarrollo de tecnologías de defensa de última generación.
Una de las características destacadas del ALR-400 es su capacidad para detectar amenazas y orientar sobre la posición del emisor y el tipo de aeronave o radar del que proviene la señal. El sistema está preparado para enfrentar desafíos complejos, incluyendo radares doppler y amenazas de última generación que utilizan técnicas de agilidad en frecuencia y baja probabilidad de interceptación para evitar ser detectadas.
Además, el ALR-400 puede desenmascarar señales débiles ocultas tras transmisores más potentes o cercanas y trabajar en ambientes fuertemente saturados. En caso de un ataque con misiles de guiado electromagnético, el sistema es capaz de detectarlos y activar contramedidas para neutralizarlos, aumentando significativamente la seguridad del avión y su tripulación.
Este sistema no solo actúa como alertador radar, sino que también funciona como el cerebro encargado de coordinar toda la suite de autoprotección de la aeronave. Esto incluye la gestión del sistema de guerra electrónica (EWM), así como los alertadores ópticos de misil (MWS) y alertadores láser de misil (LWS), además de los dispensadores de chaff y bengalas utilizados como señuelos para desorientar a los misiles enemigos. El ALR-400 ofrece la posibilidad de integrar otros sistemas de alerta, como indicadores de fuego hostil (HFI), contramedidas infrarrojas dirigidas (DIRCM) de última generación e incluso contramedidas electrónicas radar de perturbación y engaño (ECM), adaptándose a diversos tipos de misiones, desde bajas cotas y rangos cercanos hasta las de mayor altitud y distancia de encuentro.
Por otro lado, los ingenieros de Indra ya se encuentran trabajando en sistemas de defensa electrónica aún más avanzados. La compañía tiene el papel de coordinador internacional del pilar de sensores del FCAS, el programa europeo que está desarrollando un futurista sistema de combate aéreo basado en un caza de siguiente generación, escoltado por varios drones que operarán dentro de una nube de combate para intercambiar datos en tiempo real y asegurar la superioridad frente al adversario.
En lo que respecta al sistema ALR-400, la compañía está trabajando en una versión Full-Digital del alertador que se integrará en futuras flotas nacionales de helicópteros NH-90 (HD.29), Tigre MkIII y CH-47F, junto con otros sistemas de autoprotección, como el alertador de misiles InWarner de última generación y el sistema InShield de contramedida infrarroja dirigida (DIRCM). Estos avances representan un paso más en el compromiso de Indra de garantizar la seguridad de las misiones aéreas militares, tanto en el presente como en el futuro.