El presidente chileno, Sebastián Piñera, al que acompañaban los ministros de Transportes, Gloria Hutt; de Obras Públicas, Alfredo Moreno; y el director general de la concesionaria Nuevo Pudahuel, Xavier Lortat-Jacob, entre otras autoridades, inauguró el pasado sábado la nueva terminal internacional en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago.
La terminal, que supone una inversión de 1.000 millones de dólares, cuenta con un edificio central, dónde los pasajeros hacen el check in y cuatro edificios satélites con 45 puertas de embarque, 96 puntos de facturación y 66 puestos de control fronterizo.
«Las nuevas instalaciones entregan una nueva puerta de conexión con el extranjero y duplican la capacidad del recinto, que pasa de 13 a 38 millones de pasajeros al año», dijo el presidente Piñera.
Las obras se iniciaron en 2016 y terminaron el pasado año. Ahora, después de mucha expectación y varios meses de retraso, la nueva Terminal Internacional (T2) inició sus operaciones este lunes exclusivamente centrada en salidas y llegadas de vuelos internacionales, reservándose la T1 para rutas nacionales.
