La compañía tecnológica GMV ha desempeñado un papel esencial en el arranque de la World’s Biggest Analog Mission (WBA), la mayor campaña de simulación de la Luna y Marte jamás realizada, que reúne a 17 instituciones de cinco continentes bajo la coordinación del Foro Espacial Austriaco (OeWF). En esta ambiciosa iniciativa, que emula la vida y la investigación en asentamientos extraplanetarios, las herramientas de apoyo a las operaciones (OST) desarrolladas por GMV son el eje técnico que conecta en tiempo real los dieciséis hábitats análogos distribuidos por Europa, África, Asia, Australia y América.
Instaladas en el Centro de Coordinación de Misiones del OeWF en Viena, las OST de GMV constituyen la columna vertebral operativa de la misión. Este sistema avanzado permite planificar, coordinar y supervisar actividades en entornos complejos y distribuidos, gestionando los retrasos simulados en las comunicaciones y garantizando que cada hábitat funcione como parte de un único ecosistema operativo.
«Llevar a cabo una misión que conecta hábitats análogos en cinco continentes requiere un sistema de apoyo potente, fiable y flexible. Las OST garantizan que todos los hábitats, independientemente del lugar de la Tierra en el que se encuentren, puedan operar como parte de una misión única y cohesionada», explica Mattia Moscardino, director general de GMV en Alemania.
Las Operational Support Tools (OST) de GMV son una plataforma modular creada para dar soporte a centros de control de misión en todas las fases de operación: desde la planificación hasta la ejecución. Estas herramientas, ya presentes en el Centro de Control Columbus de la Estación Espacial Internacional (ISS), se han adaptado a la misión WBA para enfrentar los retos de la investigación análoga a escala global.
Su implantación en la WBA permite coordinar equipos científicos y técnicos dispersos por múltiples zonas horarias, una tarea especialmente relevante en el contexto de la exploración lunar y marciana, donde los equipos humanos deberán actuar con autonomía, precisión y comunicación diferida.
Preparando el futuro de la exploración humana
La participación de GMV en esta misión refuerza su papel en la preparación de las futuras misiones tripuladas más allá de la órbita terrestre. Las lecciones que se extraigan de esta simulación —en comunicación, planificación y gestión de recursos— servirán para mejorar las herramientas y procedimientos que emplearán los astronautas reales en su tránsito hacia la Luna o Marte.
La misión análoga permitirá ensayar no solo las condiciones técnicas, sino también los desafíos humanos y logísticos asociados a la vida en entornos aislados, simulando condiciones de latencia en las comunicaciones y limitaciones energéticas.
La WBA representa un ejercicio de colaboración global sin precedentes en el ámbito de la exploración espacial. Gracias a la interconexión que proporcionan las OST de GMV, los dieciséis hábitats operan como una red sincronizada capaz de reproducir con fidelidad la complejidad de las operaciones interplanetarias.
«La mayor misión analógica del mundo muestra cómo la colaboración mundial y la tecnología avanzada pueden unirse para simular los retos de vivir y trabajar más allá de la Tierra», afirma Gernot Grömer, director del Foro Espacial Austriaco (OeWF). «Gracias a socios como GMV, estamos sentando las bases para una exploración humana real», explica el directivo.
Con esta misión, GMV demuestra la madurez y versatilidad de sus sistemas operativos en entornos distribuidos, reafirmando su compromiso con el desarrollo de tecnologías críticas para la exploración humana. La experiencia acumulada en esta campaña marcará un nuevo hito en la transición del laboratorio a la Luna y Marte, conectando hábitats terrestres para preparar los del futuro.