En la última reunión de su Consejo Rector, Enaire ha aprobado la licitación de un expediente para la adquisición de tres radares secundarios con tecnología modo S. De esta forma el gestor de la navegación aérea en España completará la renovación de la red de 29 radares desplegados por todo el territorio nacional para la vigilancia del tráfico aéreo.
Los radares se adquieren para su posterior instalación en las cabeceras radar de Erillas (Córdoba), Valencia y Málaga. La licitación tiene un importe total de 3,2 millones de euros (3.209.550 euros) sin impuestos y está financiada por los fondos de europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) , dentro del del Proyecto ‘Actuaciones para el desarrollo del Cielo Único Europeo’ de Enaire.
Estos radares secundarios están equipados con receptores digitales y tecnología Modo S, lo que permite disponer de mayor información sobre las aeronaves que están volando, gestionar el tráfico con más fluidez e incrementar la seguridad. Este tipo de radares se utilizan para el seguimiento y vigilancia del tráfico, ya que facilitan información relativa a la posición de cada aeronave, su identificación y la altitud a la que vuela, mejorando la localización e identificación de todo el tráfico que opera en su área de alcance.
Además, esta tecnología radar incorpora una estación redundante de Vigilancia Dependiente Automática Radiodifundida (ADS -B), que permite obtener la posición de las aeronaves a través de la información que estas dinfunden de sus sensores de abordo. Esta funcionalidad permite seguir disponiendo de información de vigilancia ante fallos mecánicos de las estaciones radar.
En concreto, los tres nuevos radares prestarán servicio a los Centros de Control de tráfico aéreo de Enaire de Madrid, Sevilla y Barcelona. Mediante la instalación de estos radares se completará la cobertura modo S en todo el territorio nacional.
Estas instalaciones contribuyen al posicionamiento internacional de Enarie como gestor de navegación aérea en el campo de la vigilancia, en línea con los requisitos europeos para introducir progresivamente nuevas tecnologías que mejoren la gestión del tráfico aéreo en Europa.