La nave espacial Starliner de Boeing regresó el pasado jueves de la Instalación de Integración Vertical de United Launch Alliance (ULA) a la Instalación de Procesamiento de Carga y Tripulación Comercial en el Centro Espacial Kennedy de la Nasa en Florida, donde los equipos trabajarán para diagnosticar y resolver un problema de válvulas detectado durante el intento de lanzamiento del pasado día 3.
La nave espacial Starliner Orbital Flight Test-2 fue retirada de su cohete Atlas V dentro de la Instalación de Integración Vertical en el Complejo de Lanzamiento Espacial-41 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida y regresó a la Instalación de Procesamiento de Carga y Tripulación Comercial en el Centro Kennedy.
El equipo ahora realizará verificaciones del sistema de propulsión dentro del área de procesamiento peligroso de la fábrica y determinará la configuración apropiada del vehículo para acceder y analizar el sistema más a fondo. La Nasa y Boeing recomendarán el trabajo futuro como parte de un proceso formal diseñado para ayudar a determinar la causa raíz del problema y los pasos para su resolución.
En las próximas semanas, los equipos de ingeniería de la Nasa y Boeing trabajarán para diagnosticar y, en última instancia, resolver un problema de válvula detectado durante la cuenta atrás del pasado día 3 para el Boeing Orbital Flight Test-2 de la Nasa, y desembocó en la decisión de suspender su lanzamiento a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El Programa de Tripulación Comercial de la Nasa ha trabajado con varias empresas de la industria aeroespacial estadounidense para facilitar el desarrollo de sistemas de vuelos espaciales tripulados en EEUU desde 2010. El objetivo es tener un acceso seguro, fiable y rentable desde y hacia la ISS y fomentar el acceso comercial a otros posibles destinos de órbita terrestre baja.
La Nasa contrató a Boeing y SpaceX en septiembre de 2014 para transportar a las tripulaciones a la ISS desde Estados Unidos. Estas naves espaciales integradas, cohetes y sistemas asociados transportarán hasta cuatro astronautas en misiones de la Nasa, manteniendo una tripulación de la estación espacial de siete miembros para maximizar el tiempo dedicado a la investigación científica en el laboratorio orbital.