En la madrugada del lunes 16 al martes 17 de noviembre, el satélite español de observación de la Tierra, Seosat-Ingenio, será lanzado para comenzar su vida en el espacio. Representa uno de los mayores proyectos espaciales acometidos por la industria española y forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS) junto con PAZ, un satélite radar SAR puesto en órbita en febrero de 2018.
Seosat, acrónimo de Spanish Earth Observation Satellite (Satélite Español de Observación de la Tierra), es un satélite óptico de alta resolución dedicado a uso civil, que será emplazado a 670 kilómetros de altura. Proporcionará imágenes en alta resolución a diferentes usuarios civiles, institucionales y gubernamentales. Las principales áreas de observación son el territorio español, Europa, Iberoamérica y el norte de África, y las áreas generales definidas por los usuarios europeos en el marco de Copernicus y el GEOSS (Global Earth Observation System of Systems).
El satélite español será capaz de acceder y tomar imágenes de cualquier punto de la superficie de la Tierra cada tres días, por lo que resultará especialmente útil para elaborar mapas de desastres naturales impredecibles, como inundaciones, incendios forestales y terremotos, así como para ayudar a comprender uno de los mayores retos de la humanidad: el cambio climático.
La información obtenida tendrá aplicación en cartografía, ordenación del suelo, vigilancia costera, gestión de recursos hídricos, monitoreo agrícola, agricultura de precisión, control medioambiental y gestión de crisis (seguridad y emergencias) en catástrofes.
El satélite español irá acompañado de otro satélite de observación de la Tierra, Taranis, del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), dado que ambos satélites están destinados a órbitas similares a una altitud cercana a los 700 kilómetros. Un dispensador de carga VESPA producido por Airbus en Madrid para Avio, permitirá a Vega cumplir con este lanzamiento dual.
Poco después del lanzamiento, la joven misión establecerá las comunicaciones con el centro de operaciones de ESOC en Darmstadt (Alemania), donde los equipos monitorizarán y controlarán el satélite durante los intensos primeros días en el espacio, antes de pasarle el control de la misión al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial español (INTA), que asumirá las operaciones rutinarias.
La misión está financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, aunque ha sido desarrollada por la ESA. Airbus España fue seleccionada como contratista principal, mientras que Thales Alenia Space España ha sido el suministrador de toda la electrónica del instrumento óptico y de los sistemas de comunicación del satélite, dos elementos que componen un rol vital en la misión.
Vigilando a la Tierra
Seosat-Ingenio se sumará a una flota de satélites de vigilancia de la Tierra en una de las autopistas espaciales más transitadas, la órbita baja terrestre, donde existe riesgo de chocar con el agitado velo de basura espacial creado por decenios de actividad humana en el espacio.
La Oficina de Desechos Espaciales de la ESA calculará y supervisará el riesgo de colisión entre Seosat -Ingenio y residuos espaciales durante la fase de lanzamiento y órbita temprana. Un escenario común en las simulaciones de contingencia es aquel en el que los ingenieros de esta oficina desafían a los equipos a reaccionar con rapidez a una posible colisión y mantener el satélite a salvo haciendo que se aleje de la trayectoria de un desecho espacial que se aproxime.
En el caso de Seosat-Ingenio, la Oficina de Desechos Espaciales seguirá ofreciendo apoyo para evitar colisiones aun cuando el mando del satélite pase a INTA. “La coordinación es ahora más necesaria que nunca”, apunta Isabel Rojo, responsable de operaciones del satélite para la misión Seosat-Ingenio.