El satélite Copernicus Sentinel-6 Michael Freilich de la ESA se ha sometido a una serie de pruebas extenuantes, dejando a los equipos involucrados en esta misión internacional fijados firmemente en sus resultados finales y ha superado con éxito el examen. Los ingenieros ahora pueden prepararlo para su envío a los EEUU para su lanzamiento a bordo de un Falcon 9 de SpaceX, programado para el próximo 10 de noviembre.
Renombrado en honor a Michael H. Freilich, quien dirigió el trabajo de la Nasa en ciencias de la Tierra, Copernicus Sentinel-6 Michael Freilich asumirá el papel crítico de monitorear el cambio del nivel del mar al extender el registro de medición a largo plazo del nivel medio global del mar desde el espacio.
Con millones de personas viviendo en comunidades costeras en todo el mundo, el aumento de los mares está en la parte superior de la lista de las principales preocupaciones relacionadas con el cambio climático. El monitoreo de la altura de la superficie del mar es fundamental para comprender los cambios que tienen lugar para que los responsables de la toma de decisiones tengan la evidencia para implementar políticas apropiadas para ayudar a frenar el cambio climático y para que las autoridades tomen medidas para proteger a las comunidades vulnerables.
Durante las últimas tres décadas, las misiones franco-estadounidenses Topex-Poseidon y Jason sirvieron como referencia, y en combinación con los satélites anteriores ERS y Envisat de la ESA, así como los actuales CryoSat y Copernicus Sentinel-3, han demostrado cómo el nivel del mar aumentó aproximadamente 3,2 milímetros de promedio al año. Más alarmantemente, la tasa de aumento se ha acelerado en los últimos años. Ahora está aumentando a 4,8 milímetros al año.
Ahora es el momento de que la misión Copernicus Sentinel-6 recoja el testigo y extienda este conjunto de datos que es el ‘estándar de oro’ para los estudios climáticos, y luego del resultado positivo de la ‘revisión de aceptación de calificación’ técnica que indica que el satélite ha pasado En todas sus pruebas, el satélite se puede empacar para su envío al lugar de lanzamiento.
Pierrik Vuilleumier, director del proyecto Copernicus Sentinel-6 de la ESA, dijo que “esta revisión es un hito importante y el plan ahora es tener el satélite preparado a fin de mes para su envío desde el centro de IABG cerca de Munich, en Alemania, hasta el centro de lanzamiento de Vandenberg, en California. Dada la situación de Covid-19, todos los involucrados han trabajado brillantemente para cumplir con el cronograma. Planeamos enviarlo a Vandenberg el próximo 23 de septiembre, tras algunas otras revisiones relacionadas con la preparación del sitio de lanzamiento y las operaciones de la nave espacial».
La misión, que comprende dos satélites lanzados secuencialmente, es un verdadero ejemplo de cooperación internacional: ha sido desarrollada conjuntamente por ESA, Nasa, EUMETSAT y NOAA, con el apoyo del CNES.
Cada satélite lleva un altímetro de radar, que funciona midiendo el tiempo que tardan los pulsos de radar en viajar a la superficie de la Tierra y regresar nuevamente al satélite. En combinación con datos precisos de ubicación satelital, las mediciones de altimetría producen la altura de la superficie del mar.
El paquete de instrumentos de los satélites también incluye un radiómetro de microondas avanzado que representa la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, que afecta la velocidad de los pulsos de radar del altímetro.