El Rey Felipe VI conoció este martes las capacidades del Airbus A400M en su viaje a la Base Aérea de Talavera la Real (Badajoz) para visitar el Ala 23 del Ejército del Aire, dedicada a labores de enseñanza y formación de los pilotos de combate españoles, y siempre basada en la Base Aérea de Talavera la Real; y las nuevas capacidades de Transporte Aéreo.
El Ala 23 del Ejército del Aire, dotada con aviones F-5, que tiene como misión principal impartir la formación, tanto teórica como de vuelo (Fase de Caza y Ataque) a los alumnos del V Curso de la Academia General del Aire con formación básica de piloto. Además, el Ala 23 tiene encomendada la formación y revalidación de Controlador Aéreo Avanzado (FAC’s).
El Ala 23 tiene dependencia orgánica del Mando Aéreo General y operativa del Mando Aéreo de Personal. Además, depende del Mando Aéreo de Combate a efectos de preparación de la Fuerza y cuando por sus capacidades puedan actuar como unidades de combate o apoyo al combate.
En marzo de 1988 Don Felipe visitó el Ala 23 siendo Príncipe de Asturias y en mayo de 2003, Don Juan Carlos visitó oficialmente el Ala con motivo del 50º aniversario de la Escuela de Reactores.
La unidad se fundó en diciembre de 1953, aunque la Escuela de Reactores retardó un poco más su nacimiento llegando en diciembre de 1954, ubicándose en la denominada a partir de entonces Base Aérea de Talavera la Real. El 24 de marzo de 1954, toman tierra en la Base Aérea de Talavera los seis primeros aviones T-33A ‘Shooting Star’ que formarían parte de la flota de la Escuela de Reactores.
En el mes de octubre de 1958, y con objeto de conseguir una mayor capacitación del personal designado para efectuar los Cursos de Reactores, se dota a la Escuela con aviones F-86 ‘Sabre’, realizándose, desde entonces y hasta junio de 1969, el curso en dos partes consecutivas: la primera en material T-33 y la segunda en material F-86 ‘Sabre’.
En 1970 llegaba el Northrop F-5B (fabricado en las instalaciones españolas de CASA) en sustitución de los F-86 y T-33, dados de baja en 1969 y 1973 respectivamente.
A lo largo de sus más de 50 años de historia, el centro de enseñanza ha realizado más de 129 cursos, en los que se han formado más de 2.000 alumnos. Desde su creación, el esfuerzo de la unidad se traduce en unas 250.000 horas de vuelo, de las cuales casi 150.000 pertenecen al F-5.