El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha comprometido a ampliar la vida activa de la Estación Espacial Internacional (ISS) hasta 2030 y de trabajar con todos los socios internacionales, para permitir la continuación de la investigación pionera que se está llevando a cabo en este laboratorio en órbita único durante el resto de esta década, anunció el pasado viernes el administrador de la Nasa, Bill Nelson.
La ISS fue lanzada al espacio el 20 de noviembre de 1998 y ha permanecido ocupada por astronautas durante más de 21 años. Estaba programada para seguir activa hasta el año 2024, aunque su vida útil podía extenderse hasta finales de 2028. Ahora, EEUU se compromete a extender las operaciones de la ISS hasta 2030 y trabajar con sus socios internacionales en Europa (ESA), Japón (JAXA), Canadá (CSA) y Rusia (Roscosmos).
“La ISS es un faro de colaboración científica internacional pacífica y durante más de 20 años ha generado enormes avances científicos, educativos y tecnológicos en beneficio de la humanidad. Me complace que la Administración Biden-Harris se haya comprometido a continuar con las operaciones de la estación hasta el 2030”, dijo Nelson.
“La participación continua de EEUU en la ISS mejorará la innovación y la competitividad, además de promover la investigación y la tecnología necesarias para enviar a la primera mujer y primera persona de color a la Luna en el marco del programa Artemisa de la Nasa y allanar el camino para el envío de la primera tripulación a Marte a medida que más y más naciones están activas en el espacio”, añadió.
Durante las últimas dos décadas, EEUU ha mantenido una presencia humana continua en órbita alrededor de la Tierra para probar tecnologías, realizar investigaciones científicas y desarrollar las habilidades necesarias para explorar más lejos que nunca. El laboratorio de microgravedad único ha albergado más de 3.000 investigaciones de más de 4.200 investigadores de todo el mundo y está generando enormes avances científicos, educativos y tecnológicos para beneficiar a las personas en la Tierra. Casi 110 países y áreas han participado en actividades a bordo de la estación, incluidos más de millón y medio de estudiantes por año en actividades STEM.
“Los instrumentos a bordo de la ISS, utilizados en conjunto con instrumentos de vuelo libre en otras órbitas, nos ayudan a medir el estrés de la sequía y la salud de los bosques para permitir una mejor comprensión de la interacción del carbono y el clima en diferentes escalas de tiempo. El funcionamiento de estos y otros instrumentos relacionados con el clima hasta el final de la década aumentará en gran medida nuestra comprensión del ciclo climático”.
“La extensión de las operaciones hasta 2030 continuará otra década productiva de avances en la investigación y permitirá una transición fluida de las capacidades en la órbita terrestre baja a uno o más destinos de propiedad y operación comercial a fines de la década de 2020. La decisión de extender las operaciones y los premios recientes de la Nasa para desarrollar estaciones espaciales comerciales juntos garantizan la presencia humana y las capacidades ininterrumpidas y continuas; ambas son facetas críticas del plan de transición de la ISS de la Nasa”, concluyó Bill Nelson.