La misión de espectroscopía e imágenes de rayos X (XRISM), una colaboración entre la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y la Nasa, con una participación significativa de la ESA, será lanzado el próximo jueves. El lanzamiento, programado para la madrugada del pasado 28 de agosto, fue cancelado media hora antes del despegue debido a que los vientos en los niveles superiores están fuera de los límites.
XRISM pretende observar los objetos y eventos más energéticos del cosmos. Al hacerlo, desvelará la evolución del Universo y la estructura del espacio-tiempo. A cambio de proporcionar hardware y asesoramiento científico, a la ESA se le asignará el 8% del tiempo de observación disponible de XRISM. Esto permitirá a los científicos europeos proponer fuentes celestes para observarlas en luz de rayos X y lograr avances en este campo de la astronomía.
“La astronomía de rayos X nos permite estudiar los fenómenos más energéticos del Universo. Tiene la clave para responder preguntas importantes de la astrofísica moderna: cómo evolucionan las estructuras más grandes del Universo, cómo se distribuyó por el cosmos la materia de la que estamos compuestos y cómo las galaxias están formadas por agujeros negros masivos en sus centros”, dice Matteo Guainazzi, científico del proyecto XRISM de la ESA.
«XRISM será un puente valioso entre las otras misiones de rayos X de la ESA: XMM-Newton, que sigue funcionando con fuerza después de 24 años en el espacio, y Athena, cuyo lanzamiento está previsto para finales de la década de 2030».