Un fallo humano parece ser el causante del grave accidente aéreo ocurrido el pasado martes en el aeropuerto de Haneda en Tokio. Según el Ministerio de Transportes de Japón, las grabaciones de las comunicaciones muestran que el avión de la Guardia accedió sin autorización a la pista justo cuando tomaba tierra el avión de pasajeros A350-900 de la JAL con 379 personas a bordo.
El capitán del DHC-8 de la Guardia Costera, único superviviente de los seis tripulantes del mismo, aunque resultó gravemente herido en el accidente, aseguró haber recibido autorización del control para salir a pista y despegar, lo que parece contradecir las grabaciones de las comunicaciones con el control.
Según estas grabaciones, desde el control se comunicó al A350-900 que no había obstáculos para el aterrizaje en pista. Por otra parte, representantes de la aerolínea JAL manifestaron que su avión, tras recibir autorización para el aterrizaje, realizó una maniobra de aproximación y desplegó el tren de aterrizaje normalmente. “No recibimos información de fallo alguno”, dijeron.
La investigación, pues, se centra en la información cruzada con los controladores aéreos. El error humano se imputaría inicialmente al avión de la Guardia Costera, tal como explicó este miércoles el Ministerio, según el cual, los controladores aéreos nunca dieron permiso al avión de la Guardia Costera para entrar en la pista.