Mark Forkner, el ex jefe de pilotos de pruebas de Boeing acusado de fraude en el caso 737 MAX, se declaró inocente el pasado viernes de las acusaciones de fraude y engaño a la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU al retener información sobre un sistema clave que jugó un papel decisivo en los accidentes de dos aviones de este modelo que causaron la muerte de 346 personas.
Forkner compareció el viernes por primera vez ante un juzgado federal en Fort Worth desde que fue acusado de seis cargos de fraude. La vista oral se ha fijado para el próximo 15 de noviembre, según informa la agencia Associated Press.
Su abogado, David Gerger, dijo que Forkner era un chivo expiatorio y añadió que si el caso llega a juicio, «la verdad demostrará que Mark no causó esta tragedia, no mintió y no debería ser acusado».
Forkner está acusado de retener información sobre un sistema de control de vuelo automatizado que falló durante los vuelos mortales, empujando el morro de cada avión hacia abajo en base a una lectura defectuosa del sensor. El Ministerio Fiscal dice que sus acciones llevaron a la FAA a eliminar la mención del sistema de los manuales de los pilotos y los materiales de capacitación.
Es la primera persona acusada de un delito en relación con los accidentes en Indonesia y Etiopía de sendos aviones B737 MAX. Las familias de los pasajeros han pedido más procesamientos.
En enero, Boeing asumió pagar una multa de 243 millones de dólares como parte de un acuerdo de 2.500 millones de dólares con el Departamento de Justicia. El gobierno acordó no procesar a Boeing por conspiración si cumple con los términos del acuerdo durante tres años.