El Consejo de Administración y los altos ejecutivos de Boeing de su división de Aviones Comerciales y cadena de suministro se reúnen este domingo y el lunes en San Antonio, Texas, dos días después de que el constructor aeronáutico norteamericano se sumiera en una nueva crisis por su avión 737 MAX, informa Reuters.
La reunión se produce cuando aumenta la presión no solo por las investigaciones sobre el 737 MAX después de dos accidentes mortales, sino también por la carga financiera causada por la inmovilización de esos aviones.
Varias fuentes del sector indicaron que se especulaba dentro de la compañía con importantes recortes de empleos ya que Boeing, incapaz de entregar aviones 737 MAX a los clientes, continúa agotando efectivo.
Y aunque hasta ahora Boeing ha dicho a los proveedores que espera mantener una tasa de producción de 42 aviones mensualmente con planes para aumentar a un nivel récord próximo, posiblemente tengan que bajar los precios si los reguladores retrasan aún más el regreso del 737 MAX al servicio.
La reunión estaba prevista para este domingo y el lunes, una semana después de que Dennis Muilenburg fuera apartado de las funciones de presidencia y a ocho días de tener que declarar ante el Congreso de los EEUU sobre el desarrollo del avión.
A la reunión del Consejo asistirán altos ejecutivos como el presidente y CEO de Boeing Commercial Airplanes, Kevin McAllister; y Jenette Ramos, vicepresidenta sénior de Producción, Cadena de suministro y Operaciones. Todos ellos tenían previsto volar el domingo a las instalaciones de Boeing en Kelly Field, en San Antonio, donde numerosos aviones 737 MAX están estacionados, dijeron las fuentes de Reuters.
Además de esos problemas, es probable que la junta aborde el problema de los comprometidos correos entre dos empleados de Boeing en 2016 revelados al final de la pasada semana y en los que un antiguo piloto de la compañía sugería que podía haber engañado a la agencia reguladora o que el MCAS de los 737 MAX estaba “desenfrenado” en una sesión de simulador.