Tras extensas pruebas, el aeropuerto internacional de Samarcanda inauguró el primer sistema de control fronterizo E-gate en la República de Uzbekistán. El sistema de software y hardware E-gate, desarrollado por una empresa de Uzbekistán bajo contrato con las tropas fronterizas del Servicio de Seguridad del Estado de Uzbekistán, permite el procesamiento seguro e ininterrumpido de los pasajeros que llegan.
El sistema de control fronterizo automatizado se basa en tecnologías biométricas y proporciona la identificación automática de la persona y permite un cruce fronterizo rápido y seguro con una participación mínima de los oficiales de control fronterizo.
Gayrat Nematov, director general de la empresa de gestión de aeropuertos Air Marakanda, dijo que «Air Marakanda proporciona las tecnologías más avanzadas en la nueva terminal del aeropuerto de Samarcanda que cumplen con los estándares internacionales, por lo que la implementación de un proyecto como E-gates es una solución lógica para cualquier instalación de transporte moderna. El equipo permite a los pasajeros minimizar el tiempo de pasar todos los procedimientos necesarios. En la aviación, los principios más importantes son la seguridad y la comodidad, y un proyecto de este tipo cumple estos requisitos tanto como es posible».
Como parte del sistema de control fronterizo, la tecnología amplía las capacidades del sistema y se puede utilizar en puntos de control aéreos, terrestres, marítimos y peatonales.
Después de extensas pruebas, la Unidad de Control de Fronteras del Servicio de Seguridad del Estado decidió instalar el sistema en el aeropuerto. El sistema incorpora lectores de documentos y videocámaras de alta resolución que realizan videovigilancia y comparación de los datos biométricos de los pasajeros con un documento de identidad.
Border Control y Air Marakanda han desarrollado medidas contra el paso no autorizado y algoritmos para garantizar el paso único, el reconocimiento de equipaje y artículos dejados desatendidos. Se espera que el proyecto aumente el potencial turístico al acelerar el flujo de pasajeros a través del control de pasaportes, al tiempo que hace que el proceso sea más cómodo y conveniente para los visitantes y elimina la posibilidad de errores humanos.