El 17 de abril de 2025, el Aeropuerto de Estambul (İGA) marcó un antes y un después en la aviación europea al convertirse en el primer aeropuerto del continente en implementar con éxito un sistema de operaciones simultáneas en tres pistas independientes, conocido como Triple Runway Operations. Esta nueva capacidad operacional sitúa a Estambul como referencia global en eficiencia aeroportuaria y refuerza el papel estratégico de Turquía como nodo intercontinental.
El sistema fue oficialmente inaugurado con una maniobra histórica desde la torre de control: el ministro de Transportes e Infraestructura, Abdulkadir Uraloğlu, dio la orden para el despegue simultáneo de tres vuelos comerciales de Turkish Airlines, marcando el inicio operativo del modelo.
Gracias a esta innovación, el aeropuerto ha incrementado su capacidad de movimientos por hora de 120 a 148 operaciones, lo que se traduce en menores tiempos de espera, reducción de demoras y una mejora en la sostenibilidad ambiental debido a la optimización del consumo de combustible.
Además de la ganancia operativa en Estambul, el sistema también impacta de forma positiva en el tráfico aéreo europeo. El aumento en la eficiencia reduce cuellos de botella, mejora la previsibilidad y fortalece la coordinación con centros de control regionales y con Eurocontrol, organismo clave en esta implementación.
Clave para el futuro
El despliegue de las Triple Independent Runway Operations forma parte de la visión estratégica de iGA para alcanzar los 200 millones de pasajeros anuales. En palabras de Mehmet Kalyoncu, miembro del consejo de administración del aeropuerto, “este no es sólo un logro técnico, sino un hito estratégico. Estambul ya no es solo un destino: es un verdadero hub global”.
La transición operativa comenzó en 2022, con una planificación exhaustiva en colaboración con la Dirección General de Aeropuertos Estatales (DHMI), la Autoridad de Aviación Civil (SHGM), Turkish Airlines y Eurocontrol. El rediseño del espacio aéreo vino acompañado de un ambicioso programa de formación: 500 controladores aéreos completaron más de 4.500 horas de entrenamiento específico en escenarios adaptados al nuevo modelo.
Desde su fase de diseño, la infraestructura del aeropuerto se concibió para soportar este tipo de operaciones avanzadas. La integración completa del sistema A-CDM (Airport Collaborative Decision Making), junto con tecnologías de radar de última generación y herramientas predictivas, permite a los controladores gestionar el flujo con máxima precisión, incluso en picos de tráfico.
La puesta en marcha de esta operación triple no sólo responde a un desafío técnico, sino que redefine el estándar europeo en la gestión del tráfico aeroportuario. Estambul da así un paso decisivo para consolidarse como uno de los mayores centros de conexión aérea del mundo, en un entorno donde la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad son más críticas que nunca.