El ex ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha cedido al Museo de las Ciencias de Valencia su traje de astronauta y la silla que ocupó en su vuelo a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de la nave rusa Soyuz TMA en octubre de 2003. Su estancia en la estación orbital duró 10 días en la que se denominó “misión Cervantes”.
Su primera misión espacial la realizó en el transbordador espacial Discovery, entre octubre y noviembre de 1998. Esta misión se prolongó durante nueve días y durante la misma se encargó de la supervisión del módulo experimental de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, que presidió el acto de cesión al museo, reivindicó el papel de la ciencia para superar las barreras de la «cerrazón intelectual e ideológica» y ofrecer, en su lugar, «la esperanza de un futuro mejor».
El presidente valenciano señaló que «lo más importante de la ciencia es su capacidad para superar fronteras» y ha subrayado la importancia de la labor divulgativa que realiza el Museo para despertar la vocación científica en las personas más jóvenes.
Este museo, ha subrayado, «quiere ser un lugar de reivindicación de los valores de la Ilustración vinculados a la ciencia y a la razón y contra el fanatismo y las falsas creencias», ha indicado Puig, que también ha remarcado el protagonismo del sector aeroespacial en la consecución de grandes avances para la investigación. «Sin ciencia no hay futuro, y una parte importante de la ciencia está en el espacio», ha dicho.
El presidente, acompañado de Pedro Duque, recorrió la exposición que alberga el material cedido por el astronauta y permite apreciar en primera persona cómo es un traje espacial, el tipo de asientos que usan los astronautas en sus misiones y la posición que han de tomar en dichos viajes.
Ambos visitaron también la representación ‘Misión Cervantes: ida y vuelta a la estación espacial», que tiene como objetivo principal dar a conocer y poner en relevancia la contribución española en el sector espacial.