Los drones están en primera línea de batalla contra el Covid-19. Desde el primer día, se han incorporado a la lucha contra esta pandemia, ganando cada vez un mayor peso. Desde la desinfección de hospitales y otros centros, hasta la realización masiva de tests PCR e incluso el abastecimiento de comida u otros productos son algunas de las utilizaciones que se están llevando a cabo con drones.
Un ejemplo de esta ello son los drones que se han integrado a la Operación Balmis de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de las Fuerzas Armadas Españolas, que han pasado de usarse para tareas agrícolas a desinfectar grandes superficies desde el aire para acabar con el coronavirus.
Pero no son las únicas funciones que los drones pueden aportar en la lucha contra la actual pandemia. Como explica Jordi Sandalinas, abogado, comunicador y profesor colaborador de la UOC en el seminario Drones y derecho, también sirven para la localización y captación de información en forma de datos.
“Deberían ser capaces de realizar todo aquello que el sensor adaptado al hardware en cuestión les permita hacer. Así, un dron con un sensor adecuado debería poder visualizar parámetros bioquímicos”, explica el experto.
Además, comienzan a desarrollarse los llamados “drones pandémicos”. Tal como publicaba The Robot Report, estos drones podrían detectar condiciones infecciosas en espacios multitudinarios mediante sensores térmicos y sistemas inteligentes que controlen la temperatura y la frecuencia cardiaca, entre otros parámetros.