En estos días, se espera que el Satélite de Presupuesto de Radiación Terrestre (ERBS) de la Nasa retirado del espacio vuelva a ingresar a la atmósfera de la Tierra después de casi cuatro décadas en servicio. Durante 21 de esos años, el ERBS investigó activamente cómo la Tierra absorbía e irradiaba energía del Sol y realizó mediciones del ozono estratosférico, el vapor de agua, el dióxido de nitrógeno y los aerosoles.
A partir del pasado jueves, el Departamento de Defensa pronosticó que el satélite de dos toneladas y media volvería a ingresar a la atmósfera aproximadamente este domingo. La Nasa y el Departamento de Defensa continán monitorizando el reingreso y actualizarán las predicciones. La Nasa espera que la mayor parte del satélite se queme mientras viaja a través de la atmósfera, pero se espera que algunos componentes sobrevivan al reingreso. El riesgo de daño para cualquier persona en la Tierra es muy bajo: aproximadamente uno sobre 9.400.
Lanzada desde el transbordador espacial Challenger el 5 de octubre de 1984, la nave espacial ERBS fue parte de la misión del Experimento de presupuesto de radiación terrestre (ERBE) de tres satélites de la Nasa. Llevaba tres instrumentos, dos para medir el balance de energía radiactiva de la Tierra y uno para medir los constituyentes estratosféricos, incluido el ozono.
El balance de energía, el equilibrio entre la cantidad de energía del Sol que la Tierra absorbe o irradia, es un indicador importante de la salud del clima y comprenderlo también puede ayudar a revelar patrones climáticos. Las concentraciones de ozono en la estratosfera juegan un papel importante en la protección de la vida en la Tierra de la dañina radiación ultravioleta.
Sus observaciones ayudaron a los investigadores a medir los efectos de las actividades humanas en el balance de radiación de la Tierra. La Nasa ha seguido construyendo sobre el éxito de la misión ERBE con proyectos que incluyen el actual conjunto de instrumentos satelitales Clouds and the Earth’s Radiant Energy System (CERES).
El Experimento II de Gases y Aerosoles Estratosféricos (SAGE II) en el ERBS realizó mediciones estratosféricas. SAGE II recopiló datos importantes que confirmaron que la capa de ozono estaba disminuyendo a escala global. Esos datos ayudaron a dar forma al Acuerdo internacional del Protocolo de Montreal, lo que resultó en una disminución dramática en todo el mundo en el uso de clorofluorocarbonos que destruyen el ozono. Hoy, SAGE III en la Estación Espacial Internacional recopila datos sobre la salud de la capa de ozono.
Claro y como es gringo no hacen la parodia mediática que les cae en la cabeza a algún humano sobre la tierra.. Son unos fantasmas, de primera. Si fuera chino o ruso, estarían saltando en todos lados occidentales, con que reentrada sin control, chatarra peligrosa, la desprolijidad china, etc. etc. Como si nunca hubiera caído chatarra espacial yanqui en España. Bóludos crónicos