La crisis del Covid-19 ha supuesto un colapso en la conectividad aérea, hasta el punto de hacer desaparecer más de 6.000 rutas aéreas operadas anteriormente desde los aeropuertos de Europa. Nueve meses después de que comenzase la pandemia no se han restaurado.
Así, de acuerdo al Informe de conectividad de la industria aeroportuaria 2020, de ACI Europe, los aeropuertos de la Unión Europea y Reino Unido han sido los más afectados. En abril, la conectividad aérea casi desapareció en abril, experimentando una débil recuperación durante el mes de agosto, con un 55% menos que el año anterior, para volver a descender en septiembre (-62%).
Entre los aeropuertos más grandes de Europa, las mayores disminuciones en la conectividad directa se registraron en Madrid-Barajas (-71%), Roma-Fiumicino (-70%), Múnich (-68%), Londres-Heathrow (-68%) y Frankfurt (-67%).
Los aeropuertos regionales más pequeños a menudo han visto su conectividad directa aún más diezmada, como lo demuestran Linz (-96%), Treviso (-95%), Vaasa (-91%), Quimper (-87%), Newquay (-86%), Shannon (-83%) y Burgas (-82%).
Por el contrario, la conectividad en los aeropuertos de Rusia y Turquía ha demostrado ser más resistente, tanto por el tamaño como por la dinámica relativa de su mercado nacional. Esto ha provocado unas pérdidas de conectividad más contenidas para Moscú-Domodedovo (-12%), San Petersburgo (-26%), Moscú-Vnukovo (-28%) y Estambul-Sabiha Gökçen (-33%).
La conectividad del hub se ha visto incluso más afectada que la conectividad directa, ya que los seis principales aeropuertos europeos en conectividad del hub recuperaron solo el 16% de su conectividad en septiembre. Así, Munich (-93%) y Londres-Heathrow (-92%) registraron las mayores pérdidas en conectividad hub, seguidas de Frankfurt (-89%), Estambul (-85%), París-CDG (-81%) y Amsterdam-Schiphol (-70%).
Olivier Jankovec, director general de ACI Europe, comentó que “el daño es tan sistémico que depender únicamente de las fuerzas del mercado para restaurar la conectividad aérea no sería realista. La UE y los gobiernos de toda Europa deben intervenir urgentemente para ayudar a ponerlo en marcha. Necesitamos un marco de recuperación para la aviación que incluya ‘Esquemas de reinicio de conectividad aérea’ similar al visto en Chipre, con contribuciones financieras temporales destinadas a apoyar el reinicio de las rutas aéreas de forma no discriminatoria”.