La campaña de prueba de dos años para el sistema de propulsión del Módulo de Servicio Europeo finalizó con una prueba de los motores auxiliares. El Módulo de Calificación de Propulsión (PQM) es el modelo de prueba para el subsistema de propulsión del Módulo de Servicio Europeo (ESM) de la nave espacial Orion de la Nasa.
Los técnicos de la Nasa lo calificaron como una especie de versión de «acorazado» del subsistema de propulsión ESM. Fue entregado por Airbus a la Instalación de Pruebas White Sands de la Nasa en Nuevo México en 2017. Desde entonces, se han realizado 55 pruebas de encendido en caliente y tres pruebas de presurización discretas en una serie de pruebas de dos fases que deberían ayudar a certificar el sistema de propulsión del Módulo de Servicio para el primer vuelo de Orion en Artemisa 1.
En un mensaje al equipo de Orion, Valerie Cazes, director general del Programa Orion en Airbus felicitó a todo el equipo: «Hemos alcanzado un hito muy importante en el camino hacia la calificación de nuestro sistema de propulsión Orion. Me gustaría agradecer a todos los que han contribuyó a este éxito. Las condiciones fueron difíciles, no solo climáticamente, y se necesitó mucho trabajo meticuloso. Pero ahora hemos dado un paso importante y, junto con nuestros clientes, hemos obtenido conocimientos extremadamente importantes«.
Mark Kirasich, director del programa de la Nasa para Orion y la misión Artemisa dijo que se trata de «un logro increíble. Ha sido un largo camino y de hecho hemos aprendido mucho. Felicitaciones a todo el equipo».
El Módulo de Servicio Europeo tiene 33 motores: 24 para control de actitud, ocho motores auxiliares y el motor principal y un motor reutilizado (el Sistema de Maniobra Orbital) del programa del Transbordador Espacial de la Nasa. El sistema de propulsión también incluye válvulas de alto rendimiento, cientos de sensores, tanques de combustible y tuberías, y la electrónica que es necesaria para controlar este complejo sistema. Aunque el PQM no se usa en el espacio, este es un paso importante en el desarrollo del programa Orion. Los sistemas complejos para vuelos espaciales tripulados deben ser probados y calificados como hardware de vuelo en tierra antes de que puedan usarse en el espacio. Los ingenieros prueban cómo se comportará el sistema en diversos entornos para garantizar que funcione correctamente en el espacio.