La empresa aeroespacial Thales es también propietaria del fabricante de los prestigiosos objetivos Angénieux de cámaras cinematográficas, que proporcionó las lentes que consiguieron que pudiéramos ver las imágenes del hombre cuando puso el pie en la Luna hace ahora medio siglo.
Angénieux desarrolló para la ocasión un objetivo de aumento especial pequeño, ligero, fácil de usar, equipado con un sensor de 25 mm y compatible con la cámara Westinghouse que se envió en los Apolo X, XI y XII .
Se modificó la parte posterior del objetivo para adaptarlo a las condiciones especiales previstas durante la misión. Esto incluía un innovador proceso mecánico de lubricación, pues la lubricación normal se evaporaría y cubriría el objetivo con una fina capa de material atomizado.
Además, fue necesario desarrollar un nuevo método para el tratamiento de las superficies ópticas que también protegiera el equipo de la radiación solar.
La historia de éxito de la empresa de Angénieux se debe al genio del ingeniero francés Pierre Angénieux (1907-1998) y a la estrategia visionaria que desarrolló durante la guerra:
– La fabricación de objetivos para captar y proyectar imágenes que pudieran ofrecer una gran variedad de innovaciones.
– La expansión a escala internacional.
– Un conocimiento profundo de su mercado gracias a su estrecha relación con los usuarios finales.
– El máximo cuidado de la calidad.
Pierre Angénieux fue un defensor del modelo trigonométrico para la trayectoria de los rayos luminosos. Creó un nuevo método de diseño que reducía el número de rayos luminosos a seguir y, en consecuencia, el número de diseños. Con sus vastos conocimientos, el diseño de objetivos zoom se convirtió en una posibilidad real.