El cohete portador Long March 7A despegó con éxito del Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en China, colocando el satélite Yaogan-45 en la órbita prevista. Este hito se produjo pocas horas después del lanzamiento del cohete Jielong-3, marcando la segunda misión completada con éxito por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China en un mismo día.
El Long March 7A, desarrollado por la Primera Academia de la corporación, es el cohete portador de propulsante líquido de tamaño mediano de próxima generación diseñado para misiones en órbita alta. En esta ocasión, llevó a cabo su primera misión en órbita media, demostrando capacidades técnicas mejoradas, según informa la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC).
Entre las principales modificaciones, se reforzó la estructura del tanque de la tercera etapa central y se aumentó el número de arranques de su motor, lo que permitió incrementar la capacidad de carga en órbita media de siete a más de ocho toneladas. Con ello, el cohete ofrece ahora una mayor adaptabilidad para misiones complejas y de alto rendimiento.
Otro avance relevante fue la reducción del ciclo de preparación del lanzamiento: gracias a la optimización del ensamblaje y las pruebas finales, se logró acortar el proceso de 23 a 19 días, una mejora significativa que responde a la creciente demanda de operaciones espaciales de alta densidad en el futuro.
Por su parte, el Satélite de Teledetección Nº 45, desarrollado por la Octava Academia de la misma corporación, tiene aplicaciones en experimentos científicos, estudios de tierras y recursos, estimación de productos agrícolas y en la prevención y mitigación de desastres, reforzando así la utilidad estratégica de este tipo de misiones para el país.
Con este despegue, la serie de cohetes portadores Larga Marcha alcanza su lanzamiento número 594, consolidando el papel de China como uno de los actores más activos en la exploración y el desarrollo de tecnologías espaciales.











