El gobierno canadiense ha aprobado la adquisición del grupo Transat por parte de Air Canadá, aunque está sujeto a la implementación de compromisos importantes acordados por la aerolínea.
El acuerdo, que anunciaron en agosto de 2019, tiene como objetivo garantizar una competencia efectiva, así como beneficios de interés público, entre los que se incluye el mantenimiento de una oficina central de Transat en Québec, la preservación de puestos de trabajo y la marca Transat o el lanzamiento de nuevas rutas.
Con la aprobación de las autoridades canadienses, sólo queda la aprobación de la Comisión Europea para que las dos partes consuman el acuerdo. Según las compañías, se espera que la CE emita su decisión en la primera mitad de 2021.
“Actualmente estamos trabajando para ajustar todos los plazos, incluidos nuestros acuerdos de financiación, para alinearlos con la finalización anticipada del proceso de revisión de la Comisión”, comentó Jean-Yves Leblanc, presidente del comité especial de la Junta Directiva de Transat.