La Comisión Europea ha aprobado, de conformidad con las normas de la UE sobre ayudas estatales, un plan de ayuda polaco de aproximadamente 32 millones de euros y otro belga de 2,2 millones de euros para compensar a los aeropuertos por los daños sufridos por el brote de coronavirus.
Así, para limitar la propagación del coronavirus, el 15 de marzo de 2020, Polonia prohibió todos los servicios de pasajeros aéreos nacionales e internacionales en los aeropuertos polacos. Las restricciones de vuelo se levantaron progresivamente a partir del 1 de junio de 2020, pero ciertas advertencias de viaje, prohibiciones de viaje y medidas restrictivas se mantuvieron en vigor hasta finales de junio de 2020.
Esto ha provocado importantes pérdidas operativas para los operadores de aeropuertos polacos, que podrán ser compensados por las autoridades a través de una subvención directa. El plan incluye un mecanismo de recuperación, mediante el cual cualquier posible apoyo público que supere el daño real recibido por los beneficiarios deberá reembolsarse al Estado polaco. Por tanto, se excluye el riesgo de que la ayuda estatal supere el daño.
En cuanto al caso belga, las medidas consisten en un régimen de ayudas, en virtud del cual todos los operadores de aeropuertos flamencos recibirán ayuda en forma de subvención directa y un apoyo a los operadores de los aeropuertos de Amberes y Ostende en forma de aplazamientos de pago de ciertos costes y tasas (a saber, compensación anual por el uso de personal estatutario de la Región Flamenca y tasa de concesión por el uso de la infraestructura aeroportuaria debida por el año 2020).
Las medidas solo se pueden otorgar hasta finales de este año y las subvenciones directas no superarán los 800.000 euros por empresa. Los aplazamientos de pago se otorgarán a más tardar el 31 de diciembre de 2020, vencerán a más tardar el 31 de diciembre de 2021 y supondrán una retribución mínima.
Por tanto, la Comisión concluyó que las medidas son necesarias, adecuadas y proporcionadas para remediar una perturbación grave en la economía de un Estado miembro.