El 737-10 ha recibido la autorización de la FAA para comenzar las pruebas de vuelo de certificación, un hito importante mientras trabajan para que el avión esté certificado para entrar en servicio de pasajeros, según informó Boeing este miércoles en las redes sociales.
El 737 MAX-10, la variante más grande de su avión, diseñado para asegurar una posición dominante en el mercado de fuselaje estrecho, ha superado otro obstáculo en su azaroso programa de certificación marcado por la investigación regulatoria y los retrasos, especialmente después del doble accidente que obligó a la inmovilización del 737 MAX hace cuatro años.
En una carta a los empleados, los ejecutivos de Boeing, Mike Fleming, vicepresidente senior de Programas de Desarrollo; Ed Clark, responsable del programa 737; y Wayne Tygert, director de pruebas, anunciaron que la FAA había concedido la autorización de inspección de tipo para el 737 MAX-10 a principios de semana.
Con un alcance de 6.100 kilómetros y una capacidad de 230 pasajeros, se trata del avión más vendido de Boeing que lleva acumulados casi 1.000 pedidos y espera empezar sus entregas el año próximo para hacer la competencia al 321 de Airbus, que es el avión de pasillo único más vendido del mundo.