El Consejo de Administración de Boeing, en medio de la crisis surgida tras los graves accidentes del B737 MAX, ha apartado de la presidencia de la compañía a Dennis Muilenburg, que continuará como consejero delegado, y ha nombrado presidente no ejecutivo a David L. Calhoun, actual director principal independiente, según comunicó a última hora del viernes.
El Consejo indica que separar las funciones de presidente y CEO permitirá a Muilenburg centrarse a tiempo completo en el funcionamiento de la compañía mientras trabaja para devolver el 737 MAX de manera segura al servicio, garantizar el pleno apoyo a los clientes de Boeing en todo el mundo e implementar cambios para que Boeing se centre a fondo en la seguridad de sus productos y servicios.
Esta decisión es la última de varias acciones del Consejo de Administración y del Comité de Dirección sénior de Boeing para fortalecer los procesos de gestión de seguridad y gobernanza de la compañía.
Según el nuevo presidente de la compañía, David L. Calhoun, «El Consego tiene plena confianza en Muilenburg como CEO y cree que esta separación de funciones permitirá centrarse al máximo en la gestión del negocio con el Consejo desempeñando un papel de supervisión activa. El Consejo también prevé a corto plazo nombrar un nuevo director con profunda experiencia en seguridad para servir en el Consejo y en su recién creado Comité de Seguridad Aeroespacial».
Por su parte, Muilenburg indicó que estar «totalmente de acuerdo con la decisión del Consejo. Nuestro equipo completo está centrado en devolver el 737 MAX de manera segura al servicio y cumplir con la amplitud de los compromisos de nuestra compañía».