El lanzador New Glenn de Blue Origin fue colocado por primera vez en la plataforma del Complejo de Lanzamiento 36 (LC-36). Este hito representa la primera vista del avanzado lanzador de carga pesada, que respaldará una multitud de misiones de clientes y programas de Blue Origin, incluido el regreso a la Luna como parte del programa Artemisa de la Nasa.
Todo lo que hay en la plataforma es hardware real de New Glenn. Este cambio es uno de una serie de importantes hitos de fabricación y pruebas integradas en preparación para el primer lanzamiento de New Glenn a finales de este año. La campaña de prueba permite a los equipos practicar, validar y aumentar la competencia en la integración de vehículos, el transporte, el apoyo terrestre y las operaciones de lanzamiento. Estas pruebas no requieren motores, que están funcionando en el histórico banco de pruebas 4670 en Huntsville y en el sitio de lanzamiento en el oeste de Texas.
El viaje hacia la plataforma comenzó en diciembre, cuando los módulos de la primera etapa de New Glenn fueron transportados desde la fábrica hasta el Centro de Integración. Las pruebas concluirán en las próximas semanas tras varias demostraciones de carga de fluido criogénico, control de presión y sistemas de ventilación del vehículo. La plataforma de lanzamiento y sistemas terrestres están completos y se activarán por primera vez durante la campaña de prueba.
New Glenn lleva el nombre de John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra. El cohete tiene más de 98 metros de altura, aproximadamente la altura de un edificio de 30 pisos y cuenta con un carenado de carga útil de siete metros, lo que permite duplicar el volumen de los sistemas de lanzamiento comerciales estándar de cinco metros. El carenado es lo suficientemente grande como para albergar tres autobuses escolares. Su primera etapa reutilizable tiene como objetivo un mínimo de 25 misiones y aterrizará en una plataforma marítima ubicada aproximadamente a 1.000 kilómetros de distancia. La reutilización es fundamental para reducir radicalmente el coste por lanzamiento.
El lanzador está propulsado por siete de los motores BE-4 de Blue Origin, el motor de oxígeno líquido (LOX)/gas natural licuado (GNL) más potente desarrollado desde los motores F1 del Saturn V. El GNL tiene una combustión más limpia y un mayor rendimiento que los combustibles a base de queroseno.
Blue Origin tiene varios lanzadores New Glenn en producción y un manifiesto de cliente completo. Entre sus clientes se incluyen la Nasa, el Proyecto Kuiper, Telesat y Eutelsat, entre otros. Blue Origin está certificando a New Glenn con la Fuerza Espacial de EEUU para el programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL) para cumplir con los objetivos de seguridad nacional emergentes.