La aerolínea canaria Binter ha sumado un nuevo reactor Embraer E195-E2 a su flota, consolidando así su apuesta por la modernización y expansión de su capacidad operativa. La aeronave, bautizada como Zaragoza en homenaje a uno de los destinos nacionales que la compañía conecta desde 2019, es la decimosexta unidad de este modelo en servicio dentro del operador insular.
Con esta incorporación, la flota total de Binter alcanza las 42 aeronaves, distribuidas entre 26 turbohélices ATR y 16 reactores Embraer, configurando una combinación estratégica que le permite atender eficazmente tanto vuelos interinsulares como rutas de medio radio en la península y Europa.
Desde que fue adquirida por empresarios canarios en 2002, Binter ha apostado de forma decidida por la renovación progresiva de su flota, primero con aeronaves ATR 72 y, desde 2019, con la adquisición de reactores E195-E2 del fabricante brasileño Embraer. La flota actual refleja ese enfoque de crecimiento planificado, adaptado a las necesidades operativas de una aerolínea regional que ha expandido con éxito su radio de acción.
El pasado mes de febrero, la compañía reforzó esa estrategia con un nuevo acuerdo de compra con ATR para cuatro unidades adicionales del modelo 72-600, sumando además opciones de compra sobre otras cinco aeronaves. Este compromiso con la eficiencia y la sostenibilidad operativa fortalece el papel de Binter como referencia regional con vocación internacional.
Eficiencia, comodidad y sostenibilidad
La serie E-Jet E2, y en particular el modelo E195-E2, está diseñada para vuelos de medio alcance y destaca por su alta eficiencia operativa y sus bajos niveles de emisiones y ruido. Equipado con motores Pratt & Whitney GTF y mejoras aerodinámicas sustanciales, el E195-E2 ofrece una reducción del consumo de combustible de hasta un 25% respecto a la generación anterior, lo que supone un paso adelante en la estrategia de sostenibilidad de Binter.
En el caso de la aerolínea canaria, la configuración elegida contempla 132 asientos en clase única con una distancia entre filas de 79 centímetros, optimizando el confort sin sacrificar densidad de pasajeros. La disposición 2+2 elimina el asiento central, lo que mejora la experiencia del viajero en términos de espacio y acceso.
Uno de los aspectos más valorados de estos aviones es su amplio compartimento superior, que permite acomodar hasta una pieza de equipaje de mano por pasajero, duplicando la capacidad habitual de los reactores regionales.