El explorador suizo Bertrand Piccard presentó este miércoles su proyecto Climate Impulse, un avión de hidrógeno líquido para su próxima vuelta al mundo sin escalas, con Syensqo como principal socio tecnológico.
Después de haber dado la primera vuelta al mundo en globo y, más recientemente, en un avión solar, Piccard ha presentado su nuevo proyecto para demostrar que soluciones concretas pueden ayudar a construir un mundo más limpio y eficiente.
Con la empresa científica Syensqo como socio principal de esta aventura tecnológica, ambiental y humana, los límites de la innovación se pospondrán para permitir el desarrollo del avión.
Tras dos años de investigación, desarrollo y diseño apoyados por Airbus, que se encarga del diseño aeronáutico; Daher, que corre a cargo de los flaps; con la participación de Capgemini; y del Grupo Ariane, que diseña los tanques de hidrógeno, la construcción del avión ha comenzado y durará dos años bajo la dirección de Raphaël Dinelli, ingeniero de materiales compuestos y navegante.
Climate Impulse representa un gran avance tecnológico. Además de la producción de hidrógeno verde a partir de energía renovable y su uso en pilas de combustible para alimentar motores eléctricos, el principal desafío es mantener el hidrógeno líquido a -253°C durante los nueve días de vuelo previstos.
Eso requiere diseñar el avión alrededor de tanques térmicos de nueva generación. La colaboración con Syensqo permitirá al Climate Impulse desarrollar estos sistemas de vanguardia.