La terminal corporativa del aeropuerto Josep Tarradellas El Prat-Barcelona ha visto reducir sus operaciones apenas un 13% este segundo trimestre del año, respecto al de 2019, según informa la escuela de negocios TBS en Barcelona con datos de Aena respecto a las operaciones realizadas durante el segundo trimestre de los años 2019 y 2021.
Mientras que, en los meses de abril, mayo y junio de 2019 la terminal corporativa del aeropuerto de El Prat acogió un total de 2.720 operaciones de vuelos privados, este último trimestre se realizaron un total de 2.367 operaciones, lo que representa una diferencia negativa del 12,98% de operaciones totales, comparando el segundo trimestre de 2019 y el del 2021. En otras palabras: de cada 10 vuelos de jets privados operados en el aeropuerto de Barcelona, se han mantenido nueve.
El mes de junio es el que más tráfico aéreo recibe en el aeropuerto, ya que en 2019 hubo 1.102 operaciones, mientras que en junio de este año se realizaron un 13,61% menos, es decir, un total de 952 operaciones.
Cabe destacar que aún con la disminución de los vuelos privados, en general, de estos ha habido un aumento del 4,32% de las operaciones a nivel nacional, ya que mientras en el segundo trimestre de 2019 se realizaron un total de 797 operaciones en la terminal corporativa de El Prat, en los mismos meses de 2021 la terminal realizó 832 operaciones.
Aun así, el aeropuerto barcelonés ha visto como las operaciones con destino o llegada desde países europeos han sufrido un descenso del 16,87% entre los dos periodos de tiempo: de 1.701 operaciones en el segundo trimestre de 2019 en contraposición de las 1.414 operaciones realizadas en el de 2021.
La bajada más fuerte, del 45%, ha sido la de las operaciones de vuelos intercontinentales, ya que entre abril y junio de 2019 la terminal corporativa contabilizó hasta 222 operaciones, por las 121 del mismo periodo de 2021.
Según Valerie Lamy, program manager del MSc Fashion & Luxury Marketing de TBS en Barcelona, “hace apenas un año la industria del lujo se mostraba muy descorazonada, con pérdidas de hasta el 40% de la facturación para algunas marcas, pero estos números son muy esperanzadores. El hecho de que el aeropuerto de Barcelona haya recuperado nueve de cada diez vuelos privados quiere decir que hay un usuario exigente dispuesto a pagar un precio por la calidad y el bienestar, especialmente después de una época en la que nos hemos visto privados de libertad de movimientos”.