Airbus ha reafirmado su apuesta por la aviación propulsada por hidrógeno durante la Cumbre Airbus 2025, donde presentó los avances en su hoja de ruta para el desarrollo de una nueva generación de aeronaves comerciales. La compañía trabaja en la maduración de tecnologías clave con el objetivo de lanzar un avión de pasillo único en la segunda mitad de la década de 2030, en paralelo a la evolución del proyecto ZEROe.
Bruno Fichefeux, responsable de Programas Futuros de Airbus, destacó el papel fundamental del hidrógeno en la transición hacia una aviación más sostenible asegurando que «el hidrógeno está en el centro de nuestro compromiso con la descarbonización. Aunque hemos ajustado nuestra hoja de ruta, nuestra dedicación a la propulsión con hidrógeno sigue siendo firme. Al igual que en la automoción, las aeronaves totalmente eléctricas impulsadas por pilas de combustible de hidrógeno pueden transformar el transporte aéreo a largo plazo.»
Durante el evento, Airbus presentó un nuevo concepto de aeronave equipada con cuatro motores eléctricos de 2 MW, impulsados por un sistema de pilas de combustible que convierte hidrógeno y oxígeno en electricidad. Este diseño, abastecido por dos tanques de hidrógeno líquido, se perfeccionará en los próximos años a medida que se desarrollen tecnologías para el almacenamiento, distribución y propulsión con hidrógeno.
Pruebas y validación tecnológica
En los últimos años, Airbus ha avanzado en la viabilidad de la propulsión con hidrógeno. En 2023, logró demostrar un sistema de propulsión de 1,2 MW y, en 2024, completó pruebas integradas de pilas de combustible, motores eléctricos, reductoras, inversores e intercambiadores de calor.
Para abordar los retos del manejo del hidrógeno líquido en vuelo, Airbus colabora con Air Liquide Advanced Technologies en el desarrollo del Liquid Hydrogen BreadBoard (LH2BB) en Grenoble. Se prevé que en 2027 comiencen las pruebas integradas en el centro de validación de sistemas eléctricos en Múnich, donde se evaluará la integración del banco propulsivo y el sistema de distribución de hidrógeno.
El desarrollo de la tecnología es solo una parte del reto. Airbus subraya la necesidad de un ecosistema regulador y de infraestructura que permita la adopción del hidrógeno a gran escala. Glenn Llewellyn, director del proyecto ZEROe, subrayó «hemos explorado múltiples conceptos de propulsión con hidrógeno en los últimos cinco años antes de seleccionar esta solución totalmente eléctrica. Creemos que tiene la densidad de potencia necesaria para una aeronave comercial y que evolucionará conforme maduren las tecnologías. Ahora nos enfocaremos en mejorar los sistemas de almacenamiento, distribución y propulsión, al tiempo que trabajamos con los reguladores para definir un marco normativo adecuado.»
Con estos avances, Airbus busca posicionarse como líder en la transición hacia una aviación más sostenible, con el hidrógeno como uno de los vectores clave para reducir las emisiones del sector en las próximas décadas.