Air France continúa integrando en su flota aviones de nueva generación, que son más económicos y más respetuosos con el medio ambiente. En este marco, ha recibido este lunes su décimo Airbus A220-300, el último buque insignia de su flota de media distancia. Para 2030, estos aviones representarán el 70% de la flota de Air France, frente al 7% actual, gracias a un ambicioso plan de inversiones de 1.000 millones de euros al año.
Registrado como F-HZUJ, el avión salió de las líneas de ensamblaje de Airbus en Mirabel (Quebec) y llegó a París-Charles de Gaulle, desde donde operará los vuelos de corta y media distancia de la compañía. Este martes realizó su primer vuelo comercial volando a Venecia.
El avión lleva en la parte delantera del fuselaje el nombre «Auvers-sur-Oise», en referencia a esta ciudad situada al norte de París y conocida internacionalmente gracias a las obras de los pintores paisajistas e impresionistas Paul Cézanne, Camille Corot y Vincent Van Gogh. El pintor holandés pasó sus últimos días en Auvers-sur-Oise, un período de intensa creatividad.
Desde 2019 y la entrega de su primer Airbus A350, Air France ha estado reviviendo la tradición de nombrar sus aviones con el nombre de las ciudades francesas. Auvers-sur-Oise es la ciudad número 96 en ser honrada en los aviones de la compañía.
A finales de 2025, 60 aviones A220-300 reemplazarán gradualmente parte de los aviones de media distancia de Air France. Con hasta 15 entregas previstas cada año, esta es la entrada de flota más rápida en la historia de Air France.
El avión de pasillo único más innovador y eficiente de su clase, el Airbus A220-300, se adapta perfectamente a la red de corta y media distancia de Air France. Ofrece una reducción del 10% en el coste en el asiento en comparación con los Airbus A318 y A319 y destaca por su rendimiento energético: consume un 20% menos de combustible que el avión al que sustituye y sus emisiones de CO2 también se reducen en un 20%. Su huella sonora también es un 34% más baja. Estas características desempeñarán un papel clave en la reducción de la huella ambiental de Air France y en el logro de sus objetivos de sostenibilidad.
Como parte del programa «Air France ACT», la compañía tiene como objetivo reducir las emisiones de CO en un 30% por pasajero/kilómetro para 2030 en comparación con 2019. Este objetivo excluye las denominadas acciones de «compensación», con el fin de tener en cuenta únicamente las medidas para reducir las emisiones directas e indirectas.