Un grupo de estudiantes de la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH) ha creado con éxito un cohete espacial de trabajo, utilizando galgas extensométricas HBK para monitorizar su estado. De este modo, han logrado el primer premio en el European Rocketry Challenge (EuRoC) en Portugal.
Estos estudiantes han creado una cuarta generación de cohetes de investigación con la intención de ganar la categoría más alta: crear un cohete con un sistema de propulsión de desarrollo propio y una altitud de vuelo de más de 30.000 pies
La estructura de un cohete está expuesta a cargas considerables durante el vuelo, que solo pueden calcularse de forma limitada durante las simulaciones, por lo que se necesita un sistema de monitorización de los momentos flectores y las fuerzas axiales reales para verificar las cargas calculadas durante el vuelo y corregirlas si fuera necesario. Los estudiantes del ETH Zurich decidieron utilizar galgas extensométricas de Hottinger Brüel & Kjær (HBK), porque garantizaban unos resultados de medición fiables, incluso en condiciones extremas.
Integrados en el sistema, las galgas extensométricas proporcionan información esencial sobre los momentos de flexión y las fuerzas axiales durante cada fase del vuelo, lo que permite optimizar el cohete. Las capacidades funcionales del sistema de propulsión híbrido de desarrollo propio se demostraron tras el exitoso lanzamiento durante el EuRoC.
La siguiente meta de los estudiantes es participar con éxito en Spaceport America Cup 2022, que se llevará a cabo en Nuevo México. Su objetivo es transportar una carga útil de nueve libras a una altitud de más de 30.000 pies y traer el cohete y todos sus componentes de manera segura a la Tierra. Los momentos de flexión y las fuerzas axiales, registrados durante el vuelo de prueba, ahora se utilizarán para proporcionar un diseño que optimice el peso de todos los componentes estructurales de carga.