La compañía británica Reaction Engines ha probado su innovador preenfriador en condiciones de temperatura de flujo de aire equivalentes a Mach 5, o cinco veces la velocidad del sonido. Este logro marca un hito en su desarrollo apoyado por la ESA del motor SABRE que respira aire, allanando el camino para una revolución en el acceso espacial y el vuelo hipersónico.
El intercambiador de calor del preenfriador es un elemento esencial del motor de cohete sinérgico de respiración de aire (SABRE) que enfría el aire mediante la velocidad hipersónica.
«Este no es solo un excelente logro en sí mismo, sino un paso importante de demostrar la viabilidad de todo el concepto del motor SABRE«, dijo Mark Ford, al frente de la sección de Ingeniería de Propulsión de la ESA.
SABRE está diseñado exclusivamente para recoger el aire atmosférico durante la parte inicial de su ascenso al espacio a la velocidad del sonido. A unos 25 kilómetros, cambiaría al modo de cohete puro para su ascenso final a la órbita.
En el futuro, SABRE podría servir como base de un vehículo de lanzamiento reutilizable que funciona como un avión. Debido a que el propulsado llevaría mucho menos oxígeno líquido pesado a bordo. Tal sistema podría entregar la misma carga útil a un vehículo de lanzadores masivos, potencialmente ofreciendo una gran reducción en el costo y una mayor tasa de lanzamiento.
Esta prueba en tierra realizó el objetivo de temperatura más alta del programa de prueba del intercambiador de calor en caliente ‘HTX’ de la compañía: apagó con éxito temperaturas de flujo de aire superiores a 1000° C en menos de 1/20 de segundo.
Las pruebas demostraron la capacidad del preenfriador para enfriar el flujo de aire a velocidades significativamente superiores al límite operativo de cualquier avión con motor a reacción en la historia. Mach 5 es más del doble de rápido que la velocidad del Concorde y más del 50% más rápido que el avión SR-71 Blackbird, el avión con motor a reacción más rápido del mundo.
Esta prueba más reciente se basa en el éxito de la primera etapa de operación.
La ESA, a través de la Agencia Espacial del Reino Unido, ha invertido 10 millones de euros en desarrollo SABRE, junto con 58 millones de euros de UKSA. La ESA también desempeña una función de supervisión técnica en nombre de UKSA. En marzo, las dos agencias revisaron y validaron el diseño preliminar del demostrador de motor central SABRE, que Reaction Engines utilizará para realizar pruebas en tierra en sus instalaciones de prueba TF1 en construcción en Westcott, Buckinghamshire, Reino Unido.
El cofundador y actual director de tecnología de Reaction Engines, Richard Varvill, indicó que este logro fue la culminación de más de 30 años de esfuerzo: «Este es un hito trascendental para Reaction Engines en el desarrollo de su motor SABRE, que tiene el potencial de revolucionar tanto el acceso al espacio como el vuelo de alta velocidad al propulsar a las aeronaves a cinco veces la velocidad del sonido.