París.- En su Informe Público Anual 2019, el Tribunal de Cuentas francés estima que la Unión Europea debe financiar los lanzadores espaciales que son hoy más decisivos que nunca para garantizar su independencia en la carrera espacial. “Antes de su primer vuelo, programado para julio de 2020, Ariane 6 podría estar ya fuera de carrera”, insinúa el Tribunal de Cuentas galo.
El último informe anual de este órgano institucional francés refleja toda una serie de problemas que afectan a la industria europea de lanzamientos espaciales, comenzando por el Ariane 6, que es, a su juicio, sólo una "respuesta transitoria" al desafío del mercado de lanzadores. Como resultado, el lanzador Ariane 6 debe, según los magistrados firmantes del informe, “evolucionar rápidamente para seguir siendo competitivo y garantizar un acceso soberano al espacio”.
Haciéndose eco de un comunicado del Instituto Montaigne a finales de 2017, el Tribunal de Cuentas francés estima que existe un riesgo significativo de que el sucesor del Ariane 5 no sea competitivo respecto al Falcon 9 de la empresa norteamericana SpaceX. De hecho, Ariane 6 no será reutilizable mientras que el Falcon 9 la está siendo desde hace años.
Otros factores juegan en contra del lanzador europeo, según el organismo francés. Entre ellos, el canal comercial de los grandes satélites (GTO), que representa el 75% de la actividad de Arianespace. También la evolución de los tipos de cambio: el dólar es la moneda utilizada en el mercado global de lanzamientos mientras que los costes del Ariane son en euros
En este contexto, el Tribunal de Cuentas pide un replanteamiento europeo a favor del Ariane 6. Haciéndose eco de ArianeGroup, la Corte francesa estima que los clientes institucionales –Comisión Europea, agencias espaciales nacionales, EumetSat- deben actuar como la Nasa con SpaceX, realizando pedidos por varios años con el fin de dar a los fabricantes una mayor visibilidad en su plan de carga y asegurar su financiación.
El Tribunal pide a los socios europeos de Francia una participación mayor. París financia la mitad de los 4.000 millones de euros decididos para el desarrollo de Ariane 6. Y, Francia financia el 84% de los costes de operación y mantenimiento del Centro Espacial Europeo de Kourou, en la Guayana Francesa, que es el único puerto espacial de Europa. El Tribunal de Cuentas sugiere cambiar el estado de los desarrollos de lanzadores para que se conviertan en "programas obligatorios", lo que requeriría que cada Estado miembro de la ESA participe de acuerdo con su riqueza nacional.
El Tribunal considera también que la UE -cuyo presupuesto espacial ascenderá a 16.000 millones de euros en el período 2021-2027- debería participar en la financiación de los lanzadores, lo que no ocurre en la actualidad. Del mismo modo, la UE debería participar en el presupuesto del Centro Espacial de Kourou donde se está trabajando para acomodar al Ariane 6.