México.- China no ha podido resistir la tentación del turismo espacial y ha desarrollado el mayor avión-cohete con capacidad para llevar a 20 pasajeros hasta el borde del espacio, mucho más que cualquier otro proyecto conocido hasta ahora, aunque a un precio similar, entre 200.000 y 250.000 dólares por persona.
El científico Lui Haiquang, de la Academia China de Tecnología de Cohetes Espaciales, dijo al Congreso Internacional de Astronáutica (IAC 2016) celebrado la pasada semana en Guadalajara, México, que la Academia ha diseñado un avión espacial susceptible de ampliación para llevar a más pasajeros al espacio, según ha revelado New Scientist.
"Cada vez son más las personas interesadas en la experiencia de los vuelos espaciales", escribió el equipo de la Academia en su informe al IAC2016 y agregó que el proyecto es "muy atractivo para directivos y empresarios". El director del equipo de la Academia, Han Pengxin, cree que la demanda de los consumidores será lo suficientemente alto como para construir una nave espacial de mayor capacidad de la que se calcula en los proyectos occidentales actualmente en desarrollo.
El SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, prevé una capacidad de seis pasajeros para sus viajes al espacio cercano; el Linx, de la firma Xcor, ofrece solo una plaza junto al piloto; y el New Shepard, de Blue Origin, recientemente presentado, ofrece también espacio para seis turistas espaciales.
A diferencia del SpaceShipTwo, que necesita alcanzar altura para el lanzamiento del cohete, el avión chino despegará y aterrizará verticalmente de forma automática sin ningún tipo de intervención desde tierra ni a bordo, según indicó Han Pengxin.
El equipo que dirige Han Pengxin ha diseñado dos versiones de su avión-cohete. La primera, de 10 toneladas de peso y una envergadura de 6 metros, será capaz de llevar a cinco personas a una altitud de 100 kilómetros, donde se considera que comienza el espacio exterior, y permitirá a los pasajeros experimentar 2 minutos de ingravidez.
La segunda versión, de hasta 100 toneladas de peso y una envergadura de 12 metros, tendrá capacidad para llevar a 20 personas a una altitud de 130 metros, posibilitando 4 minutos de ingravidez. Esta versión permitirá también colocar pequeños satélites en órbita, lo que podría reducir el precio de los billetes de los pasajeros. Además sería reutilizable hasta un máximo de 50 vuelos, según Pengxin.
Las pruebas ya están avanzadas. "Los vuelos de prueba terminarán en los próximos dos años, debido a que casi todas las pruebas en tierra se han terminado y todos los subsistemas del vehículo de prueba han funcionado muy bien", ha dicho. Cree que los vuelos despegarán con una carga útil en 2020 desde un puerto espacial comercial, cuya ubicación aún no se ha determinado. El avión-cohete empezará a transportar pasajeros cuando se considere lo suficientemente seguro.