Sligo.- Un camping de lujo en el condado de Sligo, al norte de Irlanda, al que llegó por vía marítima, será por ahora el último destino de un Boeing 767 sin alas que perteneció en su día a la compañía rusa Transaero quebrada a finales del pasado año.
Una veintena de aviones de la aerolínea rusa aterrizaron en las instalaciones de la Plataforma Aeroportuaria aragonesa, especializadas en mantenimiento de aeronaves y no aptas para el transporte de viajeros o mercancías.
Ahora un B 767, todavía con el nombre y los colores de Transaero en su librea, adquirido por el empresario David McGowan, después de que un equipo de trabajadores emplearan seis horas para embarcar el avión en una barcaza en el aeropuerto de Shannon, en el condado de Clare, se ha hecho a la mar. A continuación navegó por un estuario y en aguas abiertas hacia un complejo recreativo en el condado de Sligo.
Los curiosos se reunieron en la orilla para observar la curiosa travesía marítima del avión de 50 toneladas. McGowan compró el avión con el fin de instalarlo en un camping de lujo con las comodidades de un hotel en la pequeña ciudad costera de Enniscrone, donde el empresario también piensa instalar un tren, autobuses, taxis y otros vehículos en los que los turistas podrán pasar sus vacaciones.