ámsterdam.- Un periodista holandés de televisión logró burlar todos los controles de seguridad del aeropuerto de Schiphol, en ámsterdam, con un litro de fluidos en su equipaje de mano, y viajar con él a Londres y de allí a Washington.
«Sigue siendo muy fácil introducir una bomba en un avión», aseguró el reportero durante su programa televisivo de investigación «Undercover Nederland». Para llevar a cabo su objetivo el pereiodista aprovechó ciertas lagunas en la seguridad de las tiendas Duty Free de Schiphol. Uno de los miembros de su equipo compró una botella de alcohol en esa zona sin llegar a tomar el avión para el que había facturado. Después, la botella fue rellenada por otro tipo de líquido que «podía haber sido en todo momento explosivo».
El periodista se lo entregó entonces al vendedor de la tienda, que no apreció el cambio, y la precintó como es requerido. De este modo, el reportero pudo pasar los controles de seguridad. En algunas zonas del aeropuerto de Schiphol las tiendas Duty Free están después del control de pasaportes pero antes del de seguridad de la puerta de embarque.
El aeropuerto de Schipol fue noticia la pasada Navidad, cuando un terrorista nigeriano introdujo un explosivo plástico pegado al cuerpo en un vuelo de la compañía estadounidense Delta/Northwest Airlines con la intención de hacerlo estallar durante el aterrizaje en Detroit.
Después de ese atentado frustrado, Schiphol fue el primer aeropuerto del mundo en introducir los llamados escáneres corporales para el control rutinario de pasajeros que viajan a Estados Unidos.