Londres.- Invesco Perpetual, el mayor accionista de BAE Systems, ha presentado toda una larga lista de objeciones a la propuesta de fusión del grupo con EADS, incluyendo la preocupación por la interferencia estatal, condiciones deficientes y la falta de justificación estratégica.
En un largo comunicado emitido ayer, Invesco Perpetual señala que el acuerdo también podría tener un impacto negativo en la situación de la empresa británica en Estados Unidos, donde cuenta con un acceso único como firma extranjera a contratos “delicados” en materia de defensa.
«Invesco cree que BAE es un negocio fuerte con posiciones muy claras en el mercado global de defensa, especialmente en Estados Unidos y el Reino Unido, y buenas perspectivas independientes», dijo, y agregó que, de manera intermitente, ha controlado acciones de BAE durante más de 20 años, según informó ayer la agencia Reuters.
«Esperamos conversaciones con el directorio de BAE y otros accionistas de BAE en los próximos días», agregó el comunicado.
La declaración, que los analistas describen como un ataque en la línea de flotación de la estrategia de la operación, se produce dos días antes de la fecha tope en el mercado bursátil del Reino Unido para que las dos empresas ofrezcan un plan más detallado para la fusión. El pasado domingo el secretario británico de Defensa, Philip Hammond, dijo que Londres vetaría el proyecto de fusión si no responde a ciertas prioridades innegociables. Por su parte, el ministro británico de Economía, George Osborne, establecía esas prioridades. En declaraciones a la cadena Sky TV Osborne establecía que la fusión entre EADS y BAE Systems debe preservar la seguridad nacional y el empleo y las inversiones en el Reino Unido.
Según fuentes gubernamentales francesas, el plazo para la fusión que está previsto concluya mañana, pueda ampliarse 28 días, lo que, a falta de avances concretos, no ven muy bien por ahora las compañías implicadas.
Esta fusión plantea serios problemas sobre el papel de los Estados en la futura empresa, lo que da lugar a claras diferencias entre Londres, París y Berlín. Francia quiere mantener una participación sin excluir un eventual incremento, mientras que Alemania quiere una posición equivalente a la de Francia para no mantenerse alejada de las otras potencias y el Reino Unido quiere restringir el peso de los Estados, según fuentes próximas a las negociaciones.
EADS y BAE Systems también quieren una mínima participación de los Estados, aunque sólo sea para proteger lo conseguido por el grupo británico en los EE UU, muy presente en los contratos del Pentágono calificados de «sensibles».
El pasado viernes, colaboradores de los jefes de Estado y de Gobierno de los tres países celebraron una videoconferencia en la que “pusieron todo sobre la mesa para ver si se puede seguir adelante”.
El presidente francés, FranÇois Hollande, estaba dispuesto a mantener una conversación sobre este tema con la canciller alemana Angela Merkel.