Madrid.- La pasada semana, una vez superadas ciertas cláusulas suspensivas, principalmente asociadas a condiciones de competencia, se hizo efectiva al 100% la venta por parte del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) de su filial de handling Flightcare a la sociedad francesa de gestión de Fondos de Capital Riesgo, Pai Partner, por 135 millones de euros.
La fusión en España de ambas compañías abre el tablero de movimientos entre los operadores de handling presentes actualmente y los nuevos actores internacionales interesados en los próximos concursos que publicará Aena este otoño.
El pasado mes de mayo FCC, dentro de su plan de acción para solventar las necesidades urgentes de activo circulante, consistente en la rotación de activos maduros no estratégicos, llegó a un acuerdo para la venta de su filial. El acuerdo incluye las unidades de negocio rentables de España y Bélgica, y deja fuera del mismo a la de Italia.
Pai Partner tiene sus orígenes en la sociedad de inversión del banco BNP Paribas y sus inversiones abarcan sectores de consumo, venta al por menor, industrial, farmacéutico o servicios. Su estrategia se basa en realizar compras de empresas, generalmente entre 500 y varios miles de millones de euros, incrementar su valor, y tras un periodo de 6 a 8 años, poder devolver a sus accionistas una rentabilidad interesante (Leveraged Buy-Outs). A través de sus fondos gestiona más de 7 billones de euros.
A finales de 2010, y por más de 880 millones de euros, Pai Partner adquirió al también grupo español Ferrovial el 98% de la empresa suiza Swissport, a través de uno de sus fondos de inversión, el fondo Pai Europe V, constituido en mayo de 2008 con 2,7 billones de euros, que incluye, entre otras, y además de Swissport, empresas como la suiza The Nuance Group, líder mundial en la industria del retail de viajes y duty free en aeropuertos, la alemana Xella, fabricante de materiales de construcción, la francesa Kiloutou, dedicada al alquiler de maquinaria, la francesa Cerba, laboratorio de patologías clínicas, la francesa Atos, compañía de servicios informáticos o la alemana Hunkemöller, retail de ropa interior femenina. Y Pai Partner realiza la operación de compra de Flightcare, a través de su compañía Swissport, líder mundial en los servicios de Ground Handling y Cargo.
A finales de 2005 y por 648 millones de euros, Ferrovial había comprado Swissport, sin presencia en España y entró en el mercado español a través de la UTE constituida entre Ferrovial, Swissport y Menzies. (Menzies tampoco había tenido apenas relevancia en el mercado español, y su presencia se reducía a la gestión de servicios de pasaje a compañías de bajo coste.) Por tanto, la presencia de Swissport en España se inició en 2007 de la mano de Ferrovial a través de la citada UTE. Sin embargo, tras la venta de Ferrovial a Pai Partner, dicha UTE se disolvió y la presencia de Swissport quedó muy debilitada en España, manteniendo únicamente 2 licencias de ground handling en los aeropuertos de Madrid y Lanzarote.
Probablemente, Swissport adquiere la mejor empresa de handling, comentario avalado no solo por sus clientes y principales aerolíneas mundiales, o del gestor aeroportuario, sino incluso por sus propios competidores. La reputación y prestigio de Flightcare es incuestionable, y se sustenta en un servicio de calidad a sus clientes y un compromiso de excelencia constante.
Flightcare ganó los concursos convocados por Aena hace ahora seis años en 7 aeropuertos: Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga, Almería, Jerez y Fuerteventura, prestando servicios de asistencia a aeronaves desde entonces, y realiza actividades, liberalizadas, de carga en otros 6 aeropuertos: Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y Almería, lo cual la sitúan como el primer agente de handling independiente en España. Con esta operación, Swissport triplica su cartera de negocio en el caso de la asistencia en tierra y comenzará a realizar servicios de carga por primera vez.
Pero si por algo habrá deseado Pai Partner a Flightcare habrá sido por su gestión. En unos años convulsos, de crisis y de transformación, Flightcare supo acometer una significativa reducción de costes en todas sus áreas, con diálogo social, sin repercusiones en la calidad del servicio y con una acertada política comercial, lo cual la han llevado a ser una de las empresas más rentables del sector en España, sino la mayor, con márgenes de beneficios muy superiores a la media. Y con la mirada puesta en las próximas licencias de handling, cuyo concurso Aena publicará durante este otoño próximo, Flightcare presentaba unas perspectivas de crecimiento y unas proyecciones de beneficio, que la convertían en la “joya de la Corona”. Ahora, junto con el apoyo comercial del grupo Swissport a nivel internacional y el soporte financiero de su accionista, Pai Partner, la compra convierte a Swissport en España en el mayor agente de handling tras Iberia y le ofrece unas palancas de crecimiento e inversión que la convertirán en el competidor más agresivo para el resto de agentes de handling, que deberán mover ficha si quieren poder aspirar a tener un puesto relevante en las próximas adjudicaciones.
La mayoría de las empresas adjudicatarias actuales, Iberia, Grounforce (AirEuropa), Clece (ACS), Acciona, Menzies, Lesma, etc. se encuentran en el dilema de qué estrategia seguir en los próximos concursos y cómo crear valor para sus accionistas. Otros agentes internacionales no presentes actualmente, como Celebi, Aviapartner, etc., esperan impacientes su oportunidad y realizan movimientos estratégicos para presentarse al mismo: compra de empresas, fusiones, alianzas, etc. Y, además, los autohandlings como Vueling, EasyJet, Ryanair, etc. acechan en espera de la aprobación por la Comisión Europea del nuevo Reglamento de regularización del sector. Sin embargo, muchos analistas se preguntan qué ha comprado Swissport.
La unidad de negocio en Bélgica está pendiente de la decisión de los tribunales acerca del concurso que adjudicó el aeropuerto de Bruselas para la gestión de las dos licencias de ground handling y otras dos de cargo handling, actualmente gestionadas por las empresas Aviapartner y Flightcare Belgium, y que ganaron las empresas Swissport y Flightcare Belgium. ¿Decidirá el aeropuerto mantener esta decisión y funcionar de hecho como un monopolio? ¿Volverá a publicar un concurso y adjudicará a empresas diferentes? ¿Ampliará el número de licencias? En este caso, ¿qué habría comprado Swissport, cuando ya era adjudicatario inicialmente?. Y la unidad de negocio de España, está pendiente de la publicación del concurso, este otoño, para renovar las licencias que finalizan dentro de un escaso año y medio. Por ello, no parece que uno de los objetivos de la compra fuera la recuperación de la inversión y la creación de valor durante las licencias actuales.
La imagen de marca de la empresa española Flightcare, con un prestigio y reputación internacional en el sector, labrado durante varias décadas, no se va a mantener, obviamente, y será borrada inmediatamente de todos los equipos, uniformes de trabajadores, edificios, etc. No parece tampoco que la marca fuera una de las palancas de la adquisición.
¿Y el equipo de gestión? Flightcare -ya hemos dicho- ha sido, probablemente, una de las mejores empresas gestionada del sector. Su equipo directivo ha sido calificado como excelente, por su capacitación profesional, experiencia y actitud. Sin embargo, su director general, alma mater del sector, ya había sido reemplazado por razones de edad, ocupando actualmente el cargo de máxima responsabilidad en la dirección de la asociación de empresas de handling en España. Su sustituto, fue fichado, al mes de anunciarse en mayo el acuerdo de compra, por la compañía Iberia. El director general de Bélgica abandonó también la compañía el pasado mes de agosto. Y prácticamente toda la cúpula directiva restante de Flightcare ha sido desdeñada por los gestores de Swissport. Tampoco parece, por tanto, que Pai haya querido comprar Flightcare por su equipo directivo y de gestión.
Probablemente, el objetivo de crecimiento marcado por Pai coincida con las próximas adjudicaciones de licencias en España, que tendrán que duplicarse respecto a las conjuntas actuales y con la decisión de los tribunales belgas sobre el concurso del aeropuerto de Bruselas. Se ha comprado sencillamente expectativas de volumen.
Y junto con otras operaciones en otros países, en la misma línea, incrementar la facturación para poder materializar una venta futura de Swissport, que devuelva con márgenes importantes la inversión realizada.