Cabo Cañaveral.– Se cumplen ahora 50 años desde que John Glenn se convirtiera en el primer astronauta de la Nasa en entrar en órbita a bordo de la cápsula Friendship 7, en la que completó tres órbitas durante casi cinco horas.
A sus 90 años, Glenn ha vuelto al Centro Espacial Kennedy. El auditorio de la Nasa estaba repleto el pasado viernes de cientos de empleados reunidos allí con la esperanza de ver al legendario astronauta. Junto a él subió al escenario Scott Carpenter, de 86 años, el otro astronauta original del Mercury 7 que, con Glenn, aún permanecen vivos.
Glenn recordó cómo él y los demás astronautas viajaron a Cabo Cañaveral para presenciar el lanzamiento de un misil. Era de noche y el cohete estalló sobre sus cabezas. “Eso no nos dio mucha confianza en nuestro primer viaje al Cabo”, dijo Glenn. Se fueron haciendo mejoras y Glenn dijo que fue ganando confianza en su cohete Mercury-Atlas, un misil remodelado. De lo contrario, dijo, él no hubiera subido a bordo.
La cápsula Friendship 7 de Glenn giró tres veces alrededor de la Tierra el 20 de febrero de 1962. Carpenter lo siguió a bordo del Aurora 7 el 24 de mayo de 1962. Fue Carpenter quien dijo: “Ve con Dios, John Glenn” momentos antes del lanzamiento de Glenn.
Ellos fueron el tercer y el cuarto estadounidense en volar al espacio. Alan Shepard y Gus Grissom volaron en breves misiones suborbitales en 1961.
Glenn, que fue senador federal por 24 años, regresó a órbita a bordo del transbordador Discovery en 1998, en la misión STS-95, junto al ingeniero aeronáutico español Pedro Duque, convirtiéndose así a sus 77 años en el astronauta más veterano del mundo.