Washington.- El avión no tripulado norteamericano RQ- Sentinel que se estrelló el pasado fin de semana en Irán estaba en una misión de la CIA, según un alto funcionario estadounidense, lo que ha provocado temores de que su sofisticada tecnología pueda ser aprovechada por Teherán, o compartidos con otros enemigos potenciales de EEUU.
Por su diseño, el Sentinel representa un salto cualitativo y cuantivo respecto a sus predecesores el MQ-1 Predator y el MQ-9 Reaper, bien conocidos como apoyos en la persecución de terroristas en el Oriente Medio. Los aviones no tripulados, construidos por General Atomics Aeronautical Systems Inc. de Poway, California, disponen de hélices, no son “invisibles” y no están diseñados para volar en el espacio aéreo en disputa.
El RQ-170 Sentinel representa la nueva generación de UAVs. Con propulsión a chorro y alas de murciélago, el RQ-170 está considerado como uno de los más avanzados de EEUU, pues dispone de tecnología anti-radar y sofisticados sistemas informáticos que le permiten penetrar profundamente en territorio enemigo sin ser detectado. Sus capacidades quedaron patentes durante la incursión en el recinto de Osama bin Laden en Pakistán, donde el avión proporcionó la información de inteligencia de la operación.
Sin embargo, sus capacidades totales son un secreto celosamente guardado y el Pentágono no ha revelado su precio, tamaño o velocidad máxima, aunque sí ha reconocido que el Sentinel podría estar ahora mismo en manos iraníes.