Sevilla.- El A400M de Airbus Military superó la pasada semana una serie de pruebas de evacuación decisivas para la obtención de certificación civil y militar, según informó ayer la empresa constructora.
El pasado sábado, el Grizzly 1 realizó con éxito una prueba de despegue abortado con alta energía que confirma la capacidad del sistema de frenado para detener el avión de forma segura tras un despegue abortado a alta velocidad y con carga máxima.
Las pruebas realizadas durante la semana pusieron también de manifiesto su capacidad de evacuación con seguridad en un tiempo determinado ya se trate de tropas o de otros pasajeros en las diferentes configuraciones del avión.
La prueba de despegue abortado de alta energía es una de las más duras del programa y, debido al riesgo de daños para el avión, es de las ultimas en realizarse. ésta se llevó a cabo en el aeropuerto de Toulouse con el avión cargado con su peso máximo de despegue para simular la decisión de abortar la carrera de despegue a la velocidad V1, que es la velocidad máxima a la que el piloto ha de decidir si continúa o aborta la operación de despegue.
Entre el 5 y el 18 de este mes el A400M pasó las pruebas de evacuación en las que participaron 400 personas entre militares y voluntarios civiles y otros tantos técnicos de la compañía de aviación.
Se hicieron cinco pruebas distintas de evacuación. La primera con 115 militares, la segunda con otros tantos paracaidistas que portaban 75 kilos de peso cada uno, la tercera con evacuación de heridos en camillas. Una cuarta con militares y carga y una quinta con pasajeros civiles. En esta última participaron voluntarios sevillanos.
El A400M está en fase de pruebas. Los cuatro aviones que hay han cubierto 680 vuelos, en total 2.000 horas en el aire. El quinto avión, que se utilizó para los ensayos de evacuación, estará terminado en breve y antes de fin de año comenzará a funcionar la cadena de montaje en serie.