Nueva York.- Diez años después del 11-S todo parece indicar que los exhaustivos controles de seguridad en los aeropuertos norteamericanos se atenuarán, mitigando así las quejas e indignación de los viajeros.
El gerente de la Dirección de la Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos, John Pistole, asegura que EE.UU. está avanzando por fin hacia una estrategia de seguridad más inteligente que trate a todos los viajeros por igual. Según informaba ayer el diario The Wall Street Journal”, la TSA va a probar un programa de «viajeros fiables» en varias ciudades, incluida Miami, con controles expeditos para pasajeros frecuentes de las aerolíneas American y Delta que a cambio provean datos personales.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional de EE UU, Janet Napolitano, anunció la pasada semana que dentro de poco los pasajeros no tendrán que quitarse los zapatos al atravesar la zona de seguridad de los aeropuertos, si bien permanecerán las restricciones para el transporte de líquidos.
«Creo que una de las primeras cosas que se van a ver con el tiempo es que se podrán mantener los zapatos», dijo Napolitano al explicar los esfuerzos para avanzar hacia una estrategia «basada en inteligencia y en consideración de riesgos» a la hora de realizar los escaneos en los puntos de seguridad aeroportuarios.
«Una de las últimas cosas que se verán será la limitación de los líquidos», agregó. «La solución a muchos de esos inconvenientes, si no a todos, es una tecnología cada vez mejor», afirmó Napolitano, sin revelar cuáles serán esas mejoras tecnológicas.
Muchas de las restricciones y medidas de seguridad adoptadas en aeropuertos fueron adoptadas en los años posteriores a los atentados del 11-S de los que se cumple ahora el décimo aniversario.