Washington.- El transbordador automático en miniatura, denominado Vehículo de Prueba Orbital o X-37B, que fue lanzado al espacio el pasado mes de abril desde Cabo Cañaveral, completó su misión secreta de ocho meses para la Fuerza Aérea norteamericanas.
El Comando Espacial de la Fuerza Aérea, con base en Colorado Springs, ha supervisado la misión del Vehículo de Prueba Orbital X-37B. El proyecto, iniciado por la Nasa a finales de la década de los 90 y posteriormente adoptado por el Ejército, tenía como finalidad probar la próxima generación de transbordadores espaciales. Entre sus objetivos estaban reducir el tiempo entre sus vuelos y recortar costes, según un responsable de la Fuerza Aérea para programas espaciales.
Los transbordadores espaciales de la Nasa requieren del trabajo de varios miles de ingenieros y técnicos durante tres o cuatro meses para preparar sus vuelos. Pero el X-37B no está hecho para transportar personas. El Ejército está considerando al vehículo como una manera de probar nuevos equipamientos, sensores y materiales en el espacio, con la idea de incorporarlos a satélites y otros sistemas operacionales.
El X-37B semeja un transbordador espacial, con una forma y bahía de carga similar para los experimentos. Pero mide 8,9 metros de largo y tiene una envergadura de 4,5 metros, comparados cono los 37 metros de largo y 23,8 metros de envergadura de los originales. A diferencia de los transbordadores espaciales de la Nasa, que pueden permanecer en órbita durante una dos semanas, el X-37B está diseñado para pasar hasta nueve meses en el espacio y aterrizar de manera autónoma en una pista de aterrizaje.
El X-37B fue construido por el laboratorio de investigación avanzada de Boeing, Phantom Works. La Fuerza Aérea planea lanzar un segundo vehículo en el 2011.