Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva,acordará con su sucesora, Dilma Rousseff, la compra de 36 aviones caza para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), a partir de esta semana, según anunció hace unos días.
Francia, Suecia y Estados Unidos compiten por un contrato estimado en unos 4.000 millones de euros, ya que contempla transferencia de tecnología para construir los aviones en territorio brasileño y exportarlos al resto de América Latina.
«Es un asunto que voy a tratar con Dilma después de que ella se tome unos días de descanso esta semana. También voy a discutir el tema con el ministro de Defensa, Nelson Jobim», dijo Lula en conferencia de prensa, tras reunirse en el Palacio del Planalto, sede del gobierno, con la presidenta electa.
Hace dos años que el gobierno brasileño estudia las ofertas para su proyecto FX de renovación de la Fuerza Aérea.
Francia compite con los cazas Rafale, de la constructora Dassault, y los ofrece, según el presidente Nicolas Sarkozy, con la transferencia completa de tecnología, en el marco del acuerdo estratégico firmado con Lula el 7 de septiembre de 2009.
La empresa sueca Saab ofreció los aviones Gripen N por un precio que considera un 50% más barato que el francés. El tercer competidor y aparentemente el menos comprometido con la transferencia total de tecnología, debido a los antecedentes en la materia, es la firma estadounidense Boeing, que compite con sus F-18 Superhornet.
Boeing, para mejorar su oferta, ofreció constituir una sociedad conjunta con la constructora brasileña Embraer para el carguero militar KC 390, para ser vendido a la Fuerza Aérea de Brasil.