Londres.- “Zephyr”, el avión no tripulado construido por la empresa británica Qinetiq e impulsado por energía solar, aterrizó tras completar dos semanas de vuelo ininterrumpido sobre una base militar estadounidense en Arizona.
El “Zephyr” ha batido todos los records de permanecia continua en vuelo de un avión no tripulado antes de tomar tierra el pasado viernes. Jon Saltmarsh, director del proyecto, señaló a la BBC: «Estamos muy complacidos con el resultado. Es la culminación de muchos años de esfuerzo de parte de un gran número de científicos e ingenieros con mucho talento”.
El avión despegó de la pista de pruebas de Yuma el pasado día 9. Después de 31 horas en el aire, ya había sobrepasado el record mundial oficial de permanencia en velo de un avión no tripulado, pero continuó sin problemas, ya que no tenía que reabastecerse del combustible líquido del que dependen las aeronaves tradicionales.
Saltmarsh aseguró que el UAV, que tiene una envergadura de 22,5 metros, ya no es una nave experimental y que estaba lista para empezar su vida operacional.
Se espera que los UAV impulsados por energía solar, de alta elevación y larga duración de vuelo (HALE) tengan una amplia gama de aplicaciones. Desde el punto de vista militar, podrían ser utilizados como plataformas de reconocimiento y comunicaciones. Los programas civilies y científicos les adaptarían pequeños dispositivos para observaciones terrestres.
La característica exclusiva del avión es su persistencia sobre un punto determinado. Los satélites de baja órbita pasan rápidamente por el objetivo, mientras que los aviones no tripulados siempre deben regresar a sus bases con regularidad para reabastecerse de combustible.